Un manto naranja cubrió el sur de Grecia, incluida la capital Atenas, debido a una nube de polvo del desierto del Sáhara que se posó sobre el lugar, causando uno de los peores episodios de este tipo desde el 2018.
Los paisajes de la capital griega, donde se sitúa la Acrópolis y el Partenón tomaron un curioso color, en un espectáculo que además afecta la visibilidad.
Ante el fenómeno, las autoridades han instado a que las personas con afecciones respiratorias limiten el tiempo que pasen al aire libre y que utilicen mascarillas protectoras, evitando realizar actividad física hasta que se despejen las nubes de polvo.
El polvo del desierto del Sáhara fue arrastrado hacia la zona meridional del país debido a los fuertes vientos, siendo el causante de la situación.
DESPUÉS DE SEIS AÑOS
Según el Observatorio Nacional de Atenas, se trata de uno de los episodios más graves de concentraciones de polvo y arena del Sáhara desde marzo de 2018, cuando las nubes se situaron sobre la isla de Creta. Las autoridades han advertido también sobre el aumento de las concentraciones de micropartículas de contaminación por ese fenómeno.
Pese a las advertencias, algunas personas decidieron subir a lo alto de algunas colinas para apreciar la vista en tonos naranjas que envuelve la capital. El Sahara libera entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo mineral al año.
Según el servicio meteorológico nacional (EMY), se prevé que los cielos se despejen en las próximas horas a medida que los vientos cambien y muevan el polvo.
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