El Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) es una organización criminal mexicana con origen en el estado de Guanajuato y que ha basado su poder económico y territorial en el robo de combustible y petróleo, una práctica conocida en ese país como huachicol.
Esta agrupación surgió alrededor de 2014 y tomó su nombre de la comunidad de Santa Rosa de Lima, de donde provenían sus primeros integrantes, y en poco tiempo se consolidó como uno de los principales actores del contrabando de hidrocarburos en México, según resalta un comunicado del Departamento del Tesoro de EE. UU.
A diferencia de otros cárteles cuya principal actividad es el narcotráfico, el CSRL hizo del robo de combustible su principal fuente de ingresos.
Para ello, se sabe que desarrolló una red criminal que incluye sobornos a empleados corruptos de Petróleos Mexicanos (Pemex), perforaciones ilegales de ductos, robo en refinerías, secuestro de camiones cisterna y amenazas directas contra personal de la empresa estatal.
El combustible y el petróleo que eran robados luego se comercializan en mercados negros dentro y fuera de México, generando pérdidas multimillonarias al Estado.
Departamento del Tesoro sanciona al Cártel de Santa Rosa de Lima y a su líder alias «El Marro»
CONFLICTO CON OTRO CÁRTEL
Una vez hechos con el control de este negocio ilícito, el CSRL llegó a un conflicto directo con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En octubre de 2017, ambas organizaciones iniciaron una guerra por el dominio del robo de combustible en una zona estratégica de Guanajuato conocida como el “Triángulo de las Bermudas”, donde se concentran ductos y una refinería de Pemex.
Esta disputa de territorio inició una escalada de violencia que convirtió a Guanajuato en uno de los estados con más homicidios del país.
Además de su enfrentamiento con el CJNG, se sabe que el CSRL ha establecido alianzas con otros grupos criminales, como el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa.
Además, han reclutado exmilitares y paramilitares colombianos para fortalecer sus operaciones armadas. Aunque su actividad principal es el huachicol, la organización también ha participado en el tráfico de drogas, incluida la heroína con destino a EE. UU.
José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, considerado durante años uno de los criminales más buscados de México, es el principal líder de esta organización.
Antes de su captura en 2020, «El Marro» encabezó el robo de petróleo a escala industrial. En 2022 fue sentenciado a 60 años de prisión por secuestro, aunque todavía enfrenta otros procesos por crimen organizado, lavado de dinero y extracción ilegal de combustible.
Pese a estar encarcelado, las autoridades estadounidenses aseguran que continúa influyendo en el CSRL desde prisión, enviando órdenes a través de abogados y familiares y manteniendo alianzas criminales.
EE. UU. SANCIONA AL CÁRTEL
El gobierno de Estados Unidos, desde la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, sancionó recientemente al Cártel de Santa Rosa de Lima y a su líder, Yépez Ortiz, al considerarlos una organización criminal transnacional significativa.
Las sanciones, según el Departamento, buscan cortar su acceso al sistema financiero estadounidense y frenar el mercado negro de energía que el grupo ha impulsado a través del contrabando de petróleo y combustible robado.
