El presidente de Ecuador deja su cargo por tres días entre críticas y temores de golpe de Estado

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se apresta a delegar el cargo este jueves 9 de enero, por tres días, a su vicepresidenta temporal, Cynthia Gellibert, con el fin de hacer campaña para los comicios generales de febrero, en medio de críticas por no haber solicitado licencia y de alertas de la consumación de un «golpe de Estado» denunciado por el Ejecutivo y también por la vicepresidenta electa en las urnas, Verónica Abad.

El anuncio del encargo de la Presidencia lo hizo el pasado 7 de enero, días después de que nombró a Gellibert como su vicepresidenta temporal, en reemplazo de Verónica Abad, con quien mantiene un enconado enfrentamiento desde la campaña que los llevó a ambos al poder en 2023.

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La decisión la plasmó en un decreto en el que especifica que el encargo estará vigente desde las 17:00 hora local (22:00 GMT) de este 9 de enero, hasta las 16:59 (21:59 GMT) del 12 de enero de 2025.

Sin embargo, juristas y académicos criticaron la decisión del mandatario, pues aseguraron que carece de sustento jurídico, empezando porque la motivación de la ausencia no corresponde a un caso de «fuerza mayor», como Noboa sostiene en el decreto.

«El presidente lo que debía haber hecho en su momento era pedir una licencia a la Asamblea para que pueda hacer actos proselitistas. Es más, me parece que esta actuación del Gobierno lo único que ratifica es que sí se necesitaba licencia para hacer campaña electoral», dijo a EFE el constitucionalista André Benavides, quien suscribió un pronunciamiento público de rechazo a esta medida junto a una treintena de abogados y abogadas del país.

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Benavides agregó que el mandatario «no está respetando la Constitución», pues en la ley ecuatoriana se establece que los casos de fuerza mayor son situaciones «impredecibles», como desastres naturales, pero «la campaña electoral está legalmente prevista y hay hasta un calendario», señaló.

Además, afirmó que «no existe ausencia temporal» de la vicepresidenta Verónica Abad, por lo que Gellibert «está indebidamente designada como vicepresidenta encargada».

«En el momento en que Gellibert comience a ejercer y a emitir actos como presidenta de la República podría estar cometiendo un presunto delito de simulación y usurpación de funciones y es gravísimo», alertó.

El abogado dijo que el presidente está «desnaturalizando» la figura de la licencia para cumplir con la ley «por días».

Varios candidatos a la Presidencia ya han pedido al Consejo Nacional Electoral (CNE) que «actúe» para que Noboa no gobierne mientras se desarrolla la campaña, a lo que el organismo señaló que está «recabando información» para determinar si el presidente ha cometido una infracción electoral.

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A esas críticas se sumó este jueves la Asamblea Nacional (Parlamento), que devolvió a Noboa el decreto remitido al Legislativo en el que encarga por tres días la jefatura del Estado a Gellibert y advirtió, por medio de su secretario general, Alejandro Muñoz, que quien debe asumir la Presidencia ante una licencia del mandatario es Abad.

GOLPE DE ESTADO

Por su parte, la vicepresidenta Abad alertó este jueves que «en pocas horas» se consumará un «golpe de Estado», presuntamente planificado por Noboa, para no dejarla asumir su cargo como presidenta durante el periodo de campaña electoral.

Una acusación que Abad viene sosteniendo desde que, tras asumir el poder en 2023, el presidente la envió como embajadora de Ecuador en Israel, y también después de que el Ministerio de Trabajo la sancionó por supuestamente no viajar en el tiempo establecido a Ankara, a donde la trasladaron ante las crecientes tensiones en Oriente Medio.

A finales de diciembre, una jueza dejó sin efecto esa sanción y devolvió a Abad a su cargo de vicepresidenta.

Las denuncias sobre la consumación de un golpe de Estado también se hicieron días atrás desde el Ejecutivo, pero en contra de Abad y de la Asamblea. El ministro de Gobierno, José de la Gasca, dijo el martes que en el Parlamento está latente una supuesta «amenaza» de «golpe de Estado» al intentar forzar a Noboa a que tome licencia, cuando «no es obligatorio» para él, con el objetivo de sentar a Abad en la Presidencia.

Señaló que la ley electoral dice que es obligatorio para los casos de reelección, pero que «este no es un caso de reelección», ya que Noboa está terminando el periodo que correspondía al expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), que dejó el poder tras decretar la «muerte cruzada», una figura constitucional que disuelve el Parlamento y adelanta las elecciones generales.