Un niño murió y ocho migrantes resultaron heridos luego de que fueron atacados a tiros por sicarios que acribillaron el vehículo donde eran trasladados por traficantes de personas, hacia la frontera de Tubutama entre Sonora, noroeste de México, y Arizona, Estados Unidos, informó este domingo 18 de agosto la Fiscalía General de Justicia Estatal.
Los hechos ocurrieron la madrugada del domingo cuando residentes de la región llamaron al 911, las autoridades activaron el protocolo Código Rojo de las fuerzas ministeriales y de seguridad para realizar un operativo de rescate a las víctimas.
Residentes del municipio de Sáric, Sonora, relataron que todas las víctimas eran de origen haitiano, quienes llegaron al pueblo gritando en busca de auxilio a los habitantes de esta comunidad ubicada en el desierto de Sonora, a escasos 54 kilómetros de la línea internacional entre México y Estados Unidos.
La Fiscalía de Sonora confirmó en un informe preliminar, que al atender el reporte las autoridades del estado y la federación, encontraron en las inmediaciones del municipio de Tubutama, el vehículo tipo van incendiado y baleado.
Peritos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, procesaron la escena del crimen, mientras Policía estatal, Ejército mexicano y Guardia Nacional buscaban a los presuntos responsables.
“Los hechos fueron reportados alrededor de la 01:15 horas del domingo (07:15 GMT) cuando el vehículo fue atacado con armas de fuego, resultando en la muerte de un menor de edad y lesiones a ocho personas, cinco hombres y tres mujeres”, informó la Fiscalía de Sonora.
Los heridos y sobrevivientes fueron trasladados al Hospital del IMSS-Bienestar, más cercano, para ser atendidos.
“Las fuerzas de seguridad de los tres niveles de Gobierno -municipal, estatal y federal- mantienen una operación de localización y detención del grupo criminal que agredió a los migrantes, utilizando apoyo aéreo y fuerzas terrestres”, agregó la Fiscalía, pero hasta el momento no se han reportado sospechosos detenidos.
Los ataques a camionetas que transportan personas indocumentadas, provenientes del sur de México, Sudamérica, África y Asia, son muy comunes en la región del desierto de Sonora que colinda con Arizona, Estados Unidos, debido a la pugna entre bandas que disputan este lucrativo negocio ilícito.
Las bandas de ‘polleros’ (traficantes de personas) recogen a sus víctimas en el municipio de Altar, junto a la carretera Federal México 2, de ahí parten por el camino que conecta desde Sáric, hacia Tubutama.
Está ruta de migración es utilizada por los criminales por la nula vigilancia y permisividad de las autoridades en México, además que al cruzar la línea internacional hacia Arizona, la orografía escarpada en el desierto complica la vigilancia a las agencias de Estados Unidos.