El desplazamiento de personas debido a desastres naturales está “entre los mayores desafíos humanitarios y de desarrollo” de los gobiernos y la comunidad internacional y, en el caso de América Latina y el Caribe, es crucial diseñar acciones de protección para enfrentar ese fenómeno, coincidieron expertos reunidos en Bogotá.
Convocados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y el Gobierno de Chile, representantes de los países latinoamericanos discutieron a puerta cerrada durante dos días en la capital colombiana la adopción de un nuevo plan estratégico regional de protección de desplazados en contextos de desastres y efectos de la crisis climática.
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Los desastres impactan el acceso a las soluciones
“Tales efectos impactan el acceso a las soluciones duraderas para las poblaciones refugiadas, desplazadas y las comunidades altamente vulnerables, limitando las opciones de un retorno seguro y sostenible a sus países o territorios, además de afectar las perspectivas de integración en las comunidades que las acogen”, manifestaron este jueves en un comunicado.
Este encuentro hace parte del proceso ‘Cartagena +40’ que, cuarenta años después de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados, prepara un nuevo documento y un plan de acción que será presentado en la reunión ministerial de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), que se celebrará en Chile los próximos 11 y 12 de diciembre.
“Considerando que los países de América Latina y el Caribe son altamente vulnerables a los impactos adversos del cambio climático y que parte de su población vive en zonas de alto riesgo propensas a desastres, las acciones de protección y diseño de soluciones implementadas por los países se vuelven cruciales”, agrega el comunicado.
Víctimas de la explotación del medio ambiente
En la cita en Bogotá participaron además de delegaciones gubernamentales de 24 países de la región, organizaciones de la sociedad civil, académicos, representantes del sector privado y de organismos financieros.
“Por desgracia, las comunidades que más riesgo corren son las que sufren las consecuencias de la explotación del medio ambiente, que continúa marcando la pauta en las decisiones que se toman alrededor del mundo”, señaló el asesor especial sobre Acción Climática de Acnur, Andrew Harper.
La ayuda humanitaria es el primer paso
Por su parte, el director de la División de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Tomás Pascual, dijo que “la ayuda humanitaria en la protección a las personas en movilidad humana en los países más afectados es el primer paso”.
“También debemos fortalecer nuestros planes y programas, como posibles países de acogida, y considerar cómo los principales marcos y procesos subregionales que abordan el desplazamiento por desastres pueden articularse con el Plan de Acción de Chile”, agregó.
Tras la Declaración de Cartagena, firmada en 1984 y que extendió la protección a “personas forzadas a huir en situaciones distintas a los motivos cubiertos por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951”, Acnur impulsa cada diez años nuevas declaraciones y planes de acción para ampliar la protección a personas desplazadas.
La declaración de 1994 se adoptó en Costa Rica, en 2004 fue en México, en 2014 en Brasil y la de ‘Cartagena +40’ será de la Chile, enfocada en los desplazados por desastres.