La Cámara de Diputados de Brasil anunció que debatirá “sin prisas” el polémico proyecto de ley que equipara el aborto después de las 22 semanas a un homicidio, después de que la semana pasada aprobara tramitarlo con carácter de urgencia.
El presidente de la Cámara Baja, Arthur Lira, declaró en rueda de prensa que el asunto se tratará “de forma amplia” durante el segundo semestre, pero aseguró que no se revisarán “los derechos ya garantizados”.
Ola de rechazo en Brasil
“Nada avanzará que traiga cualquier daño a las mujeres”, afirmó el diputado de centroderecha, después de que la iniciativa provocara una ola de rechazo por parte de organizaciones feministas y del propio presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien llegó a tacharla de “locura”.
Asimismo, Lira anunció que se formará una “comisión representativa” para involucrar a toda la sociedad en la discusión del proyecto, presentado por el diputado Sóstenes Cavalcante, aliado de las iglesias evangélicas y del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
De esta manera, la Cámara Baja da marcha atrás y retira el carácter de urgencia que se aprobó por la mayoría conservadora y que permitía que el proyecto se tramitara con más celeridad y llegase directamente al pleno de los diputados.
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Pese a diluir los tiempos, Lira defendió que los diputados no deben “huir de la responsabilidad” de debatir toda propuesta por muy “árida” que esta sea.
Equiparar el aborto a un homicidio
El proyecto plantea equiparar el aborto después de las 22 semanas a un homicidio simple incluso para las víctimas de una violación, uno de los tres casos en los que la ley brasileña permite la interrupción del embarazo, junto al riesgo de muerte para la madre y la anencefalia del feto.
De aprobarse la medida, las penas, que varían de los seis a los 20 años para los homicidios simples, serían incluso superiores a las impuestas a los violadores.
Los obispos brasileños respaldaron la semana pasada la “importante” iniciativa, mientras que cientos de mujeres salieron a las calles de varias ciudades del país para clamar que “una niña no es una madre”.