El Gobierno de Estados Unidos, a través de su Departamento de Defensa, ha iniciado el proceso de retirada de sistemas de defensa antimisiles y otros equipos, así como de personal militar de sus bases en Arabia Saudí y otros países de Oriente Próximo.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha ordenado al comandante del Comando Central de Estados Unidos, encargado de la supervisión en esta zona, que retire estos medios a lo largo del verano, según una información de “The Wall Street Journal” recogida por CNN.
Parte de la maquinaria regresará a Estados Unidos para ser reparada y llevar a cabo labores de mantenimiento, mientras que otros de estos activos serán trasladados a otras regiones, de acuerdo con la portavoz del Pentágono, Jessica McNulty.
«Esta decisión se ha tomado en estrecha coordinación con los países anfitriones y con el objetivo de preservar nuestra capacidad para cumplir con los compromisos de seguridad», ha defendido McNulty en un comunicado.
Estados Unidos retirará, así, ocho baterías antimisiles Patriot de países como Irak, Kuwait, Jordania y Arabia Saudí y otro sistema de defensa antimisiles conocido como THAAD de Arabia Saudí, así como cientos de soldados estadounidenses.
«Mantenemos una postura de fuerza sólida en la región apropiada para la amenaza y nos sentimos cómodos con que estos cambios no impactan negativamente nuestros intereses de seguridad nacional», ha añadido McNulty, quien ha recalcado la posibilidad de «hacer fluir rápidamente las fuerzas de regreso a Oriente Próximo, según lo requieran las condiciones», según recoge ‘The Hill’.
Por su parte, representantes del Partido Republicano han criticado la medida de la Administración de Joe Biden pues, según el senador Ted Cruz, se «facilita la conquista de la región por parte de Irán».
Ante esto, el Pentágono ha remarcado su «compromiso duradero» con lo que suceda en la región, y que la presencia de activos y fuerzas en el lugar es «solo un factor» en la relación.
«El Departamento de Defensa mantiene decena de miles de fuerzas en el Oriente Próximo, que representan algunas de nuestras capacidades aéreas y marítimas más avanzadas, en apoyo a los intereses nacionales de Estados Unidos», ha zanjado McNulty.
En septiembre de 2019, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el envío de activos a Arabia Saudí y otras partes de la zona como medida de presión a Irán y en el marco del ataque a un campo petrolífero saudí por drones iraníes.
Estados Unidos también trasladó los sistemas Patriot a Irak después del ataque con misiles iraníes en una base que acogía tropas estadounidenses en represalia por el ataque con aviones no tripulados que mató al general iraní Qassem Soleimani.