La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría demócrata, ha aprobado, con la ayuda de 35 republicanos, la creación de un comisión para investigar el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero por un grupo de simpatizantes del expresidente Donald Trump, aunque el proyecto enfrenta la oposición del Partido Republicano y su aprobación en el Senado está en el aire.
Con 252 votos a favor y 175 en contra, el proyecto enfrentaba también un difícil escenario en la Cámara Baja, ya que el liderazgo republicano se había opuesto, aunque finalmente ha conseguido el apoyo de los suficientes republicanos para seguir adelante –necesitaba al menos 10 y ha logrado 35–.
En el Senado, para poder ser aprobada, la legislación debería contar con el voto de 10 republicanos, mientas el líder de la minoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, se ha opuesto públicamente al considerarla «sesgada y desequilibrada», y ha pedido a los miembros de su partido que voten en contra.
La comisión aprobada en primera instancia en la Cámara de Representantes, y que sigue el modelo de la creada tras los atentados del 11 de septiembre, investigará los hechos que condujeron hasta el asalto del emblemático edificio de Capitolio, algo que según el liderazgo republicano ya han hecho los informes las fuerzas del orden estadounidenses y las entidades del Congreso.
En principio, el proyecto de la comisión era una iniciativa bipartidista, así lo anunciaron la semana pasada el principal demócrata del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Bennie Thompson de Misisipi, y el principal republicano, John Katko de Nueva York, quien ya votó para acusar a Trump por lo sucedido en el Capitolio el pasado 13 de enero.