Alexa Moreno llegó con una lesión en los cartílagos de la rodilla derecha que la aqueja desde hace tiempo y se fue sin un boleto a la final. En vísperas de su debut, Natalia Escalera se rompió el ligamento plantar en la pierna izquierda que únicamente sirvió de marco a una emotiva imagen bañada en llanto. Lo de Ahtziri Sandoval fue un simple caso de corazón roto.
Por primera vez con tres representantes en la gimnasia artística en su historia, México tuvo una presentación el domingo marcada por las caídas, las lesiones y, en última instancia, un adiós ciertamente inesperado.
“Yo llego lesionada, usualmente, como esta vez. Pero ya lesionarte ahí, un día antes, es mucho más complicado”, dijo Moreno al término de su participación en la primera subdivisión en la Arena Bercy. “Al menos (Natalia) tuvo la oportunidad de hacer un aparato. Yo creo que ella se hubiera arrepentido si no hubiera podido hacer nada. De lo malo, ver lo bueno. El hecho de que si compitiera ya la convierte en olímpica”.
Ese es también el único consuelo que encuentra Sandoval de una actuación que no reflejó lo que fue una intensa preparación que incluyó un campamento de un mes en Madrid. Dos caídas en el salto, una salida tambaleante en las barras asimétricas y una rutina de piso que le otorgó apenas 11.833 puntos.
“El balance es positivo, porque estoy aquí”, dijo la oriunda de Guadalajara, en el occidente del país. “Pero un poco negativa, porque no fue lo que había trabajado y no fue lo que había entrenado”.
Moreno, cuarto lugar en salto en Tokio, no tendrá la oportunidad de repetir un viaje a las finales. Finalizó su actuación con 13.949 puntos, insuficientes para colocarse entre las primeras ocho de la prueba.
Ya con 29 años y tres Juegos Olímpicos, una caída en su último aparato —la viga— pudo haber significado el final de su andar olímpico. O tal vez no.
“No sé. Todo el mundo me dice que ya no. Ya estoy muy grande”, dijo sin perder el buen humor. “Pero ¿yo? A mi me gusta hacer gimnasia. Lo tengo que meditar”.
Escalera, quien anunció su lesión en la cuenta de Instagram, fue en contra de la recomendación de los doctores y participó en las barras asimétricas. Una rutina limpia, una caída llena de dolor y lágrimas que pudieron significar cualquier cosa entre el dolor y el amor propio, pasando por la felicidad y la tristeza.