En esta imagen publicada por la NASA aparece el sistema de galaxias ZS7, que revela la emisión de hidrógeno ionizado en naranja, y la emisión de oxígeno doblemente ionizado en rojo oscuro. Foto: ESA/Webb, NASA vía AP
En esta imagen publicada por la NASA aparece el sistema de galaxias ZS7, que revela la emisión de hidrógeno ionizado en naranja, y la emisión de oxígeno doblemente ionizado en rojo oscuro. Foto: ESA/Webb, NASA vía AP

El telescopio espacial Webb descubrió la fusión de agujeros negros más temprana que se conoce.

Estos dos enormes agujeros negros y sus galaxias se consolidaron apenas 740 millones de años después del Big Bang, que dio origen al universo. Se trata de la fusión de agujeros negros más distante que se ha detectado, informaron científicos el jueves.

Uno de los agujeros negros tiene 50 millones de veces más masa que nuestro Sol. Se piensa que el otro tiene un tamaño similar, pero está sumergido en un denso gas, lo que lo vuelve más difícil de medir.

Hasta ahora, los astrónomos no estaban seguros de cómo los agujeros negros supermasivos crecían tanto.

 

Los hallazgos más recientes, publicados en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, indican que las fusiones son el medio por el que los agujeros negros crecen tan rápido, “incluso en el amanecer cósmico”, dijo Hannah Ubler, de la Universidad de Cambridge y autora principal del estudio.

“Los agujeros negros masivos han dado forma a la evolución de las galaxias desde el inicio”, dijo Ubler en un comunicado.

Puesto en funcionamiento en 2021 como sucesor del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, el telescopio Webb es el observatorio más grande y poderoso que se ha enviado al espacio. Este observatorio infrarrojo, que es un proyecto conjunto de Estados Unidos y Europa, estudia el universo desde una ubicación a 1,6 millones de kilómetros (1 millón de millas) de la Tierra.

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