Las medidas cada vez más duras del gobierno de Texas para detener a los migrantes a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos volvieron a ser objeto de críticas el martes luego de que un agente estatal dijo que algunos migrantes sufrieron heridas por el alambre de púas colocado en la zona y que recibieron órdenes de no darles agua pese al sofocante calor.
El agente de Texas Nicholas Wingate comentó en una instancia a un supervisor que cuando se encontró con un grupo de 120 migrantes, que incluía niños y madres amamantando a sus bebés, el 25 de junio en el condado de Maverick —un condado fronterizo de Texas_, él y otro agente recibieron órdenes de «empujar a la gente de regreso al agua para que se fueran a México».
El agente describió tales acciones como inhumanas en un correo electrónico fechado el 3 de julio.
Travis Considine, portavoz del Departamento de Seguridad de Texas, dijo que los relatos proporcionados por el agente seguían bajo investigación interna. Afirmó que el departamento no tiene ninguna directriz ni política que instruya a los agentes a no darles agua a los migrantes o empujarlos de regreso al río.
Los correos electrónicos, que fueron obtenidos en primera instancia por Hearst Newspapers, vuelven a poner la misión de seguridad fronteriza de Texas bajo escrutinio mientras el gobernador texano Greg Abbott está colocando una barrera flotante en el Río Bravo (o Grande) como parte de dicha misión. El mandatario estatal ha autorizado un presupuesto de más de 4.000 millones de dólares para la así llamada Operación Estrella Solitaria, que también incluye trasladar en autobús a migrantes hasta ciudades con gobiernos demócratas y arrestar a migrantes bajo cargos de invasión de propiedad privada.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, comentó a los reporteros el martes que el relato del agente, en caso de que sea cierto, era «horrendo» y «peligroso». Los demócratas del Capitolio de Texas dijeron que planeaban abrir una investigación al respecto.
«Estamos hablando de los valores fundamentales de quiénes somos como país y de la indecencia humana que estamos viendo», señaló Jean-Pierre. «Si esto es cierto, está completamente mal».
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional condenó en un comunicado las acciones reportadas, pero no dijo si la agencia planeaba abrir una investigación al respecto.
El representante republicano Tony Gonzales, cuyo distrito legislativo en el sur de Texas incluye la zona fronteriza, tuiteó que «la seguridad fronteriza no debería ser equivalente a una falta de humanidad».
En un caso, de acuerdo con Wingate, una niña de 4 años de edad que intentó cruzar por el alambre de púas fue «empujada hacia atrás» por soldados de la Guardia Nacional de Texas que cumplían órdenes, y que más tarde la niña se desmayó por el calor. Las temperaturas en el condado de Maverick durante este verano boreal han superado los 37 grados Celsius (100 grados Fahrenheit).
El jefe policial del condado de Maverick, Tom Schmerber, quien ha apoyado el despliegue de agentes estatales a la frontera, dijo que le sorprendió el relato del agente.
«No estoy de acuerdo con lo que sea que les dicen que hagan», comentó Schmerber. «Eso no es algo que forme parte de nuestra misión. Sé que estamos aquí para proteger y servir sin importar quién sea, inmigrantes o ciudadanos estadounidenses. Pero no vamos a hacer ningún daño a nadie».
Wingate no ha respondido hasta el momento a un correo electrónico enviado el martes en busca de comentarios. El Departamento Militar de Texas tampoco contestó una solicitud de comentarios.
Mientras aumentaban el martes las inquietudes y la indignación por el relato del agente, la oficina de Abbott emitió un comunicado en el que señaló que no se había dado ninguna orden que «pusiera en riesgo las vidas de aquellos que tratan de cruzar la frontera ilegalmente». El comunicado no abordaba las declaraciones de Wingate y defendía la misión fronteriza.
El comunicado de Abbott señalaba que el alambre de púas «engancha la ropa», pero no decía nada sobre los relatos de migrantes que sufrieron cortaduras y sangraron a causa de éste.
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«La ausencia de estas herramientas y estrategias, incluido el alambre de púas que engancha la ropa, alienta a los migrantes a realizar cruces ilegales que ponen en peligro su vida. Mediante la Operación Estrella Solitaria, Texas sigue respondiendo a la crisis humanitaria sin precedentes en nuestra frontera sur», aseveró Abbott.
La cadena de correos electrónicos con el agente incluía un registro que mostraba 38 encuentros entre el 25 de junio y el 1 de julio con migrantes que necesitaban atención médica debido a que estaban débiles o habían sufrido cortaduras, fracturas o ahogamiento, casos en los que se requerían medidas para salvar vidas. Una docena de migrantes tenían menos de 1 año de edad.
Otro relato daba a conocer el caso de una joven de 19 años que fue encontrada con heridas causadas por el alambre y que había sufrido un aborto espontáneo. Otros migrantes sufrieron cortaduras o fracturas como resultado del lugar donde se colocó el alambre de púas, de acuerdo con el correo electrónico.
«Necesitamos operar correctamente ante los ojos de Dios», escribió Wingate. En respuesta a las declaraciones de Wingate, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, envió un correo electrónico en el que dijo que «la prioridad de la vida requiere que salvemos a los migrantes del peligro, y seguiremos haciéndolo».
Un intercambio de correos electrónicos por separado, obtenido por The Associated Press y fechado el 14 de julio, muestra que McCraw recibió imágenes, enviadas originalmente por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, de lesiones causadas por el filoso alambre de púas colocado por los agentes de Texas. Las imágenes mostraban algunas heridas que requirieron sutura, así como manos y piernas llenas de sangre.