China restringió aún más el acceso a la plaza de Tiananmen, en el centro de Beijing, el domingo, por el aniversario de la represión militar de las protestas prodemocráticas de 1989, que dejaron un número aún desconocido de muertos y cuyos debates y conmemoraciones están prohibidas en el país.
En Hong Kong, que había sido el último territorio bajo control chino donde se produjeron actos conmemorativos, ocho personas, incluidos activistas y artistas, fueron arrestados en la víspera del aniversario de la represión, una medida que puso de manifiesto la capacidad cada vez más limitada para poder ejercer la libertad de expresión.
El domingo por la noche, la policía informó que había detenido a una mujer por presunta obstrucción de la labor de los agentes y había arrestado a otras 23 personas sospechosas de alterar el orden público para investigarlas más a fondo. Muchos de ellos fueron detenidos por agentes en los alrededores del Parque Victoria.
China tightened already strict access to Tiananmen Square in Beijing on the anniversary of 1989 pro-democracy protests.
In Hong Kong, which had been the last Chinese-controlled territory to hold commemorations, police detained at least eight protesters. https://t.co/Ef6UyUSAX5
— The Associated Press (@AP) June 4, 2023
En ese gran espacio público se celebró la última vigilia con velas en memoria de los cientos de miles de muertos cuando tanques militares y soldados de infantería se abatieron sobre el centro de Beijing la noche del 3 de junio y la madrugada del 4 de junio de 1989.
El debate sobre las siete semanas de protestas lideradas por estudiantes que atrajeron a trabajadores y artistas y su violenta resolución se ha reprimido durante mucho tiempo en China. En Hong Kong también está cada vez más prohibido hablar sobre eso desde que en junio de 2020 se impusiera una ley de seguridad nacional que prohíbe a todo el mundo celebrar actos conmemorativos.
Aún se desconoce cuántas personas murieron en la represión de 1989, y el Partido Comunista, que gobierna China, acosa de forma continuada a las personas que intentan mantener con vida el recuerdo de lo sucedido tanto dentro como fuera del país.
En Beijing se implementaron medidas de seguridad adicionales en torno a la Plaza de Tiananmen, que ya tenía desde hacía mucho controles de seguridad donde se pide mostrar una identificación a toda persona que desee entrar. Los que pasaban a pie o en bicicleta por la Avenida Changan, al norte de la plaza, también fueron detenidos y eran obligados a mostrar una identificación. Los que tenían visas de periodista en sus pasaportes eran informados de que necesitaban autorización especial incluso para acercarse a la zona.
La dirigente de un partido de la oposición de Hong Kong fue detenida este domingo, en el 34º aniversario de la sangrienta represión en la plaza de Tiananmén de Pekín, constataron periodistas de la AFP. La policía detuvo a Chan Po-ying y la subió a una furgoneta #AFP pic.twitter.com/hoAmNiLFQu
— Agence France-Presse (@AFPespanol) June 4, 2023
Aun así, se pudieron ver masas de turistas visitando el emblemático lugar, con cientos de personas en fila para entrar en la plaza.
Antes del aniversario, un grupo de madres que perdieron a sus hijos en la represión en Tiananmen y que reclaman compensaciones emitieron un comunicado reiterando su petición de “verdad, compensación y rendición de cuentas”.
Human Rights Watch ha pedido al gobierno chino que admita su responsabilidad en la muerte de manifestantes prodemocracia.
“El gobierno chino sigue eludiendo la responsabilidad por la Masacre de Tiananmen de hace décadas, lo que ha alentado su detención arbitraria de millones de personas, su grave censura y vigilancia y sus esfuerzos por socavar los derechos a nivel internacional”, afirmó en un comunicado Yaqiu Wang, investigador de alto nivel sobre China en Human Rights Watch.
Aunque Hong Kong, excolonia británica entregada al gobierno chino en 1997, utiliza leyes antisedición de la época colonial para reprimir la disidencia, la persistencia de voces disconformes “pone al descubierto la inutilidad de los intentos de las autoridades de imponer el silencio y la obediencia”, señaló Amnistía Internacional.
“La vergonzosa campaña del gobierno de Hong Kong para impedir que la gente conmemore este aniversario refleja la censura del gobierno central chino y es un insulto a las personas muertas en la represión de Tiananmen”, dijo AI.
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