El conservador Partido Republicano de Chile se impuso el domingo en la votación a un pacto derechista y a la centroizquierda, con lo que obtendría la mayoría de los 50 escaños disputados en una elección de los redactores de una nueva propuesta de Constitución en el país sudamericano, de acuerdo con los resultados electorales oficiales.
Sin embargo, la votación no define de inmediato quiénes instalarán más redactores en el Consejo Constitucional porque el sistema electoral proporcional que rige en Chile desde 2015 asigna los escaños según los sufragios obtenidos por la lista de los candidatos en competencia y no por los votos individuales.
Además, de ser necesario, el autónomo Servicio Electoral introduce cambios para que cada lista de ganadores sea paritaria, mitad de hombres y mujeres.
Contabilizados el 73% de los sufragios, los republicanos —partidarios de mantenar la carta fundamental legada por la dictadura militar— obtenían 35,6% de los votos, el pacto izquierdista Unidad para Chile — la coalición izquierdista más cercana al presidente Gabriel Boric— 28% y la centroderecha 21,3%. Los nulos y blancos bordean el 20%.
Se trata del segundo intento del país sudamericano para reemplazar la Constitución legada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), luego de que los votantes rechazaran abrumadoramente una propuesta para una nueva carta fundamental en un plebiscito en septiembre.
El experto electoral Pepe Auth declaró que «estamos ante el riesgo de un tsunami republicano si es que saca más votos que el Chile Seguro (el pacto de centroderecha)».
Mientras que el analista político Claudio Fuentes, académico de la Universidad Diego Portales, indicó que «se está dando un escenario más polarizado que hará este proceso más complejo», en alusión al Partido Republicano y al izquierdista Frente Amplio.
La segunda fuerza política chilena sería Unidad para Chile, integrada por el Partido Comunista y el Frente Amplio, integrado entre otros por el partido de Boric. Según los conteos preliminares, la izquierda aún no obtendría los 21 escaños necesarios para tener poder de veto entre los redactores.
En esta elección el pacto o partido que obtenga 30 de los 50 escaños del Consejo Constitucional tendrá en sus manos la redacción de la nueva Constitución sin tener que negociar con otras fuerzas, mientras el que logre 21 cupos tendría el poder de veto y podría presionar por la búsqueda de consensos.
Según el recuento, el conservador Partido Republicano se convirtió en la colectividad hegemónica de la oposición al desplazar a la centroderecha, que es dialogante y llega a acuerdos con el gobierno izquierdista de Boric.
Expertos señalan que en el crecimiento del Partido Republicano influyó el que impuso tempranamente en la agenda pública el problema de la inseguridad que siente mayoritariamente la ciudadanía.
El opositor Partido Republicano se ubica a la derecha de la coalición centroderechista Chile Vamos, que es dialogante y llega a acuerdos con el gobierno, a diferencia de los republicanos.
Su fundador en 2019, José Antonio Kast, pasó a segunda vuelta junto con Boric en las elecciones presidenciales de 2021, con un 44% de los sufragios frente al 55% del actual mandatario.
En la franja electoral televisiva previa a la elección de redactores, Kast fue el protagonista y, según analistas y parte del oficialismo, reforzó su camino hacia las presidenciales de 2025.
Los redactores deben entregar a comienzos de noviembre el nuevo texto constitucional, que será plebiscitado el 17 de diciembre.
Partido Republicano y Chile Seguro, son de derecha y suman 35 escaños de 50.
Unidad para Chile, el único de izquierda, queda en minoría con 15.
Los primeros no necesitan negociar con nadie.
No quedó nada de la izquierda en este proceso. https://t.co/Zzdrwls1mj— Rosa María Palacios (@rmapalacios) May 8, 2023
A diferencia del primer proceso constituyente, cuando los redactores del texto partieron de una hoja en blanco, los 50 consejeros trabajarán sobre un anteproyecto constitucional elaborado por 24 expertos designados por los partidos políticos.
A su vez, los expertos trabajaron enmarcados en 12 bases constitucionales elaboradas por los partidos políticos para evitar cambios refundacionales incluidos en el texto rechazado, que planteaba un Chile plurinacional con autonomías indígenas. Los redactores deberán respetar los mismos principios.
Entre las bases están la que establecen que Chile es un Estado unitario, el respeto de derechos como a la vida, la propiedad y la igualdad ante la ley. Los consejeros, que deberán enmarcarse en las mismas bases, tendrán cinco meses para elaborar una nueva propuesta.