El gobierno de Eslovaquia aprobó el viernes un plan para ceder a Ucrania su flota de aviones de combate MiG-29 de la época soviética. Es el segundo país de la OTAN que atiende las persistentes peticiones de Kiev para recibir aviones que ayudarían en su defensa ante la invasión rusa.
En su anuncio, el primer ministro eslovaco, Eduard Heger, afirmó que su ejectivo está «en el lado correcto de la historia». Antes había tuiteado que la ayuda militar era clave para garantizar que Ucrania puede defenderse a sí misma y a toda Europa contra Rusia. Polonia anunció en la víspera que entregará a Ucrania cerca de una docena de MiG-29, de los cuales se espera que los cuatro primeros lleguen en los próximos días. Tanto Varsovia como Bratislava habían indicado su disposición a atender las peticiones de Kiev, pero solo como parte de una coalición internacional más amplia.
Según el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, los cazas prometidos eran otro ejemplo de como los miembros de la OTAN «elevan el nivel de su implicación directa en el conflicto». «Las entregas de equipamiento, naturalmente, no tendrán ningún impacto en el resultado de la operación militar especial, pero pueden causar más desgracias a Ucrania y al pueblo ucraniano», afirmó durante una conferencia telefónica con reporteros.
Polonia rompe política de la #OTAN y dará aviones de combate a #Ucrania
En una medida que sorprendió a muchos de los socios de la alianza, #Polonia anunció la entrega de cazas al ejército ucraniano, lo que podría llevar a una escalada del conflicto.#DWNoticias /jam pic.twitter.com/hYExdOnTJy
— DW Español (@dw_espanol) March 16, 2023
Eslovaquia recibirá 200 millones de euros (213 millones de dólares) de la Unión Europea como compensación y armas no especificadas de Estados Unidos por valor de 700 millones de euros (745 millones de dólares) a cambio de ceder su flota a Ucrania, dijo su ministro de Defensa, Jaroslav Nad. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, ha pedido insistentemente aviones de combate a sus aliados occidentales pero la OTAN se mostró reticente debido a las repercusiones de su mayor implicación en la guerra.
En respuesta al anuncio polaco, la Casa Blanca dijo que esa decisión no guardaba relación alguna con el presidente Joe Biden, que se ha resistido a los llamados para mandar F-16 estadounidenses a Ucrania, y que son otras naciones las que deben explicar su posición. Durante una cumbre de la UE el mes pasado en Bruselas, Zelenskyy pidió aviones directamente a Heger.
Eslovaquia dejó de utilizar sus MiGs el verano pasado debido a la falta de piezas de repuesto y de expertos que ayudasen en su mantenimiento tras el regreso de los técnicos rusos a su país. Al no tener aviones propios, Polonia y República Checa, que también forman parte de la OTAN, han colaborado en la vigilancia del espacio aéreo eslovaco, un operativo al que, a finales de año, se unirá Hungría.
Antes del inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania tenía varias docenas de MiG-29s que heredó en el colapso de la Unión Soviética en 1991, pero no está claro cuántos de ellos siguen operativos tras más de un año de combates. Bratislava ha firmado un acuerdo para comprar 14 cazas estadounidenses F-16 Block 70/72, pero su entrega se demoró dos años hasta principios de 2024.