El segundo incidente de la misma empresa en el estado en un mes. Foto: La Hora/AP

Las autoridades de Ohio dijeron el domingo que no había indicios de riesgos para la salud pública tras el descarrilamiento de un tren de carga de Norfolk Southern entre Dayton y Columbus, el segundo incidente de la misma empresa en el estado en un mes. Autoridades del condado Clark informaron que unos 20 de los 212 vagones del tren que iba en dirección sur, incluidos cuatro camiones cisterna, se descarrilaron alrededor de las 4:45 p.m. el sábado en Springfield Township, cerca de un parque empresarial. Springfield está a unos 74 kilómetros (46 millas) al oeste de Columbus, la capital estatal.

Como medida de precaución, se pidió a los habitantes en un perímetro de 300 metros (1.000 pies) que se mantuvieran bajo techo y los bomberos desplegaron el equipo contra materiales peligrosos, pero las autoridades dijeron el domingo temprano que el tren no transportaba materiales peligrosos y que “no había indicios de lesiones o riesgo para la salud pública en este momento”.

Personal de la empresa de trenes Norfolk Southern, expertos en materiales peligrosos y de la Agencia de Protección Ambiental de Ohio “examinaron cada uno de forma independiente el lugar del accidente y verificaron que no había evidencia de derrames en el lugar”, dijeron las autoridades. Norfolk Southern informó que no hubo materiales peligrosos, de acuerdo con funcionarios del condado.

Los funcionarios del condado señalaron que las autoridades ambientales han confirmado que el descarrilamiento no está cerca de una fuente de agua protegida, lo que significa que no hay riesgo para los sistemas públicos de agua o pozos privados.

Las autoridades dijeron que dos de los camiones cisterna transportaban cantidades residuales de líquido de escape de diésel y los otros dos tenían cantidades residuales de solución de agua de poliacrilamida, que llamaron “productos industriales comunes enviados por ferrocarril”.

 

El gobernador de Ohio, Mike DeWine, dijo el sábado por la noche que el presidente Joe Biden y el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, lo habían llamado “para ofrecer la ayuda del gobierno federal”.

El 3 de febrero, 38 vagones de un tren de carga de Norfolk Southern en East Palestine, en el noreste de Ohio, cerca de Pensilvania, se descarrilaron y varios de los vagones que transportaban materiales peligrosos se quemaron.

Aunque nadie resultó herido, el accidente provocó la evacuación de casi la mitad de los 5.000 residentes de la ciudad, una respuesta de emergencia a varios niveles de gobierno y preocupaciones persistentes entre los residentes sobre los impactos en la salud a largo plazo.

CEO de Norfolk Southern visita Ohio tras descarrilamiento

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