Tormentas implacables debido a una serie de ríos atmosféricos han saturado las empinadas montañas y las laderas desnudas marcadas por los incendios forestales a lo largo de gran parte de la costa de California, lo que ha provocado cientos de deslaves este mes. Hasta ahora, los escombros han bloqueado principalmente caminos y autopistas y no han dañado a las comunidades como en 2018, cuando los deslaves se abrieron paso estruendosamente a través de Montecito, dejando 23 muertos y 130 viviendas arrasadas.
Pero se pronostica más lluvia, lo que incrementa la amenaza. Los expertos dicen que California ha aprendido lecciones importantes de la tragedia de Montecito, tiene más herramientas para identificar los puntos críticos y hay más cuencas y redes establecidas para detener los escombros que caen antes de que lleguen a los hogares. Las tormentas recientes están poniendo a prueba esas medidas en medio de un clima más severo debido al cambio climático.
¿POR QUÉ CALIFORNIA ES PROPENSA A LOS DESLAVES?
California tiene montañas relativamente jóvenes desde un punto de vista geológico, lo que significa que gran parte de su terreno empinado sigue en movimiento y está cubierto de rocas sueltas y tierra que se puede desprender fácilmente, especialmente cuando el suelo está húmedo, según los geólogos.
Casi todo el estado ha recibido precipitaciones totales de 400% a 600% por encima del promedio desde la Navidad, y algunas áreas captaron hasta 762 milímetros (30 pulgadas) de lluvia, lo que causó inundaciones masivas. El clima severo ha dejado al menos 19 muertos desde finales de diciembre.
A partir de la Nochevieja, el equipo de mapeo de deslaves del Departamento de Conservación de California ha documentado más de 300 deslaves. La prolongada sequía en el estado ha empeorado las cosas. Dan Shugar, profesor adjunto de geociencias en la Universidad de Calgary, dijo que la sequía puede tener un efecto contrario a la intuición cuando se combina con la increíble cantidad de lluvia que California ha visto en los últimos días.
«Uno pensaría que, si el suelo está seco, debería poder absorber mucha agua, pero cuando el suelo se torna demasiado seco, en realidad su permeabilidad disminuye», explicó. A medida que el agua escurre por la tierra endurecida, desplazándose hacia abajo e incrementando su velocidad, puede comenzar a llevarse tierra y escombros, dijo. Aunado a eso, los incendios forestales han dejado algunas laderas con poca o ninguna vegetación para retener la tierra en su lugar.
¿CUÁLES SON LAS ÁREAS MÁS VULNERABLES?
Las áreas más vulnerables son las laderas que se han incendiado en los últimos dos o tres años y que tienen comunidades establecidas debajo de ellas, dijo Jeremy Lancaster, quien encabeza el equipo de mapeo geológico y de deslaves del Departamento de Conservación de California. Eso incluye áreas que se incendiaron recientemente en los condados de Napa, Mariposa y Monterey, agregó.
En 2018, los letales deslaves en Montecito ocurrieron aproximadamente un mes después de que uno de los incendios más grandes en la historia de California arrasara la misma zona y carbonizara 113.312 hectáreas (280.000 acres). Montecito se encuentra entre las montañas de Santa Ynez y la costa del Océano Pacífico. El 9 de enero, en el quinto aniversario de esa tragedia, se ordenó a toda la comunidad evacuar cuando las lluvias azotaron el área y los escombros bloquearon las carreteras.
Otro río atmosférico llegó a California, un estado que ya ha estado azotado por tormentas, trayendo nuevos temores de inundaciones, posibles deslizamientos de tierra e incertidumbre en los viajes este lunes. https://t.co/xkSY9q4rMX
— CNN en Español (@CNNEE) January 16, 2023
Lancaster advirtió que la amenaza de deslaves persistirá mucho después de que las lluvias hayan disminuido, a medida que el agua se filtre de 15 a 30 metros (50 a 100 pies) en el suelo y remueva cosas. «Pueden ocurrir semanas después, si no es que meses», agregó.
¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA PROTEGER A LAS COMUNIDADES?
Lancaster dijo que California ha aumentado drásticamente sus labores para identificar los puntos críticos desde que ocurrieron los deslaves de Montecito. Su departamento actualiza su mapa continuamente, de forma que las comunidades locales estén al tanto y puedan tomar decisiones, incluso la de evacuar a una comunidad entera. El estado también trabaja en un sistema para identificar mejor cuál es la cantidad de lluvia que podría provocar un deslave.
Marten Geertsema, quien estudia los peligros naturales y análisis del terreno en la Universidad del Norte de Columbia Británica, dijo que las agencias usan diversas herramientas para medir la probabilidad de deslaves en una zona determinada, incluidos mapas de terreno y lidar, que se vale de un haz láser pulsado para penetrar el follaje y ver el suelo. Con ello pueden estar pendientes de alertas tempranas, como cambios a lo largo del tiempo en fotografías tomadas desde el aire o desde satélites, o en datos de estaciones de monitoreo GPS, medidores de inclinación y otros instrumentos en el sitio.
¿CUÁL ES LA DEFENSA MÁS EFECTIVA CONTRA LOS DESLAVES?
Una de las mejores formas de manejar los deslaves es con cuencas o depósitos de escombros, que son pozos excavados en el entorno para atrapar el material que fluye cuesta abajo. Pero las cuencas, que pueden requerir una gran cantidad de terreno, también pueden perturbar el ecosistema y derivar en que las playas requieran ser reabastecidas mediante la recolección de sedimentos que fluyen desde los cañones, según los expertos.
Y son costosas, dijo Douglas Jerolmack, profesor de ciencias ambientales e ingeniería mecánica en la Universidad de Pensilvania. Y si no se les extraen los escombros que retuvieron, entonces pueden verse rebasadas en caso de que ocurran nuevos deslaves. Además, algunas podrían no ser lo suficientemente grandes para hacer frente a futuros deslaves agravados por el cambio climático, agregó Jerolmack.
Después de que los deslaves de 2018 azotaran Montecito, el periódico Los Angeles Times informó que las cuencas para retener escombros ubicadas más arriba del poblado eran demasiado pequeñas y no habían sido vaciadas lo suficiente. La tragedia hizo que la comunidad tomara medidas preventivas, y recaudó millones de dólares para afrontar el problema, dijo Patrick McElroy, jefe de bomberos jubilado de Santa Bárbara que fundó la organización sin fines de lucro The Project for Resilient Communities (El Proyecto para Comunidades Resilientes).
La organización contrató a una empresa de ingeniería para mapear los cañones e instaló redes para recolectar escombros. Dijo que las tormentas recientes las pusieron a prueba: Una red que medía 7,6 metros (25 pies) de alto se llenó casi por completo. McElroy dijo que todavía lo atormentan los recuerdos de 2018, pero se siente mejor al saber que la comunidad podría estar más segura ahora.
«Todavía no lo supero. Pero despertar al día siguiente (de un deslave) y no ver heridos ni muertos. Simplemente no puedo expresarte lo impresionado que estoy», dijo sobre las redes. La mejor solución para el área de Montecito y Santa Bárbara es tener tanto redes como cuencas para retener escombros, según Larry Gurrola, el ingeniero geólogo contratado por la organización.
Debido a las fuertes tormentas, quienes residen en California tendrán un mes más para presentar sus declaraciones de impuestos.
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Pero nada es barato. El condado Santa Bárbara gastó 20 millones de dólares en una cuenca nueva después de 2018, mientras que la organización de McElroy erogó cerca de 2 millones de dólares en la instalación de las redes, que incluye seguro de responsabilidad civil y otras cuotas. Tienen un permiso de cinco años para usar las redes, que se retirarán si no es renovado. Gurrola dijo que la alternativa es más costosa. Con las tormentas recientes, más de la mitad de los 58 condados de California han sido declarados áreas de desastre, y la reparación de los daños podría costar más de 1.000 millones de dólares. «Lo más importante es que estas cosas protegen a la comunidad y salvan vidas», dijo.