La violencia, explotación y anarquía imperan en un vasto campamento de decenas de miles de mujeres y niños en Siria vinculados al grupo extremista Estado Islámico, denunció el lunes un grupo humanitario. La situación perdura en el campamento al-Hol en Hassakeh, una provincia en el noreste sirio, indicó el grupo Médicos sin Fronteras.
Añadió que los países que tienen ciudadanos en el lugar no han asumido la responsabilidad por ellos. Patrones de violaciones de derechos humanos y violencia han persistido en el campamento, denunció MSF. MSF, que administra allí clínicas móviles y clínicas para pacientes con enfermedades crónicas, señaló que las políticas antiterrorismo han atrapado a miles de civiles en el campamento en un ciclo de detención indefinida, peligro e inseguridad.
Además de los asesinatos perpetrados en el campamento, dicho ciclo «permea cada aspecto de sus vidas diarias y les priva de sus derechos humanos fundamentales», afirmó la organización. El reporte surge en momentos en que varios países occidentales han repatriado a mujeres y niños del campamento en semanas recientes, según autoridades kurdas en el noreste de Siria. Las repatriaciones más recientes ocurrieron tras un amplio operativo de seguridad y el llamado de un comandante estadounidense a favor de las repatriaciones.
ONG: Reina la violencia en campamento en Siria https://t.co/DXJuFuOqIQ
— Independent en Español (@IndyEspanol) November 7, 2022
Tras el surgimiento del Estado Islámico en 2014 y su proclama de haber establecido un califato, algunos países despojaron de ciudadanía a quienes fueron a Siria o Irak para incorporarse al grupo extremista. El año pasado, una mujer alemana fue sentenciada por crímenes contra la humanidad por matar a una niña yazidi de 5 años de edad, mientras algunas mujeres en al-Hol siguen inculcándole a sus hijos la ideología extremista del Estado Islámico.
MSF dijo que miembros de la coalición encabezada por Estados Unidos que combatió al grupo extremista, junto con otros países cuyos nacionales siguen en al-Hol y otros centros de detención en el norte de Siria, «se han negado a asumir la responsabilidad de proteger a sus nacionales o de elaborar soluciones a largo plazo para su detención indefinida».
En lugar de ello, denunció MSF, estos países «han demorado o simplemente se han negado a repatriar a todos sus nacionales y en algunos casos les han despojado de su ciudadanía, dejándolos apátridas».