Un simpatizante del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue asesinado a puñaladas en un bar. Foto La Hora: AP.

Un simpatizante del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue asesinado a puñaladas en un bar, informó la policía brasileña el lunes, intensificando los temores de violencia política durante una tensa campaña presidencial.

Testigos dijeron a la policía que un hombre entró el sábado a un bar de la ciudad de Cascavel y preguntó quién votaría por Lula en las elecciones del 2 de octubre, reportó el diario O Povo. Un hombre dijo: «Yo lo haré» y fue entonces que fue apuñalado. La víctima, de 39 años, murió ese mismo día en un hospital.

Un funcionario de la policía del estado de Ceará confirmó el reporte el lunes. El funcionario habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a comentar al respecto. La policía emitió previamente un comunicado en el que informó que un hombre fue asesinado durante una «discusión política», y señaló que el sospechoso, un hombre de 59 años, continúa prófugo.

Lula, un izquierdista que gobernó al país de 2003 a 2010, encabeza prácticamente todos los sondeos de opinión sobre el mandatario actual, el derechista Jair Bolsonaro, quien ha insistido en que las encuestas se equivocan y que un fraude electoral podría despojarlo de la victoria.

A principios de la campaña, un partidario de Bolsonaro asesinó a un funcionario local del Partido de los Trabajadores, al que pertenece Lula, durante un incidente en la ciudad de Foz de Iguazú, y los simpatizantes de Bolsonaro y Lula han protagonizado otros incidentes de menor gravedad.

Paulo Guedes, legislador por el Partido de los Trabajadores, tuiteó que partidarios de Bolsonaro le dispararon en tres ocasiones a su automóvil durante un evento de campaña. «¿Qué tan lejos llegará este odio?», preguntó en sus canales de redes sociales.
En la ciudad de Angra dos Reis, cerca de Río de Janeiro, la policía señaló el sábado que un simpatizante de Bolsonaro golpeó a una mujer en la cabeza después de que ella criticó al mandatario.

 

Los dos candidatos principales han tenido que portar chalecos antibalas durante sus apariciones públicas. Bolsonaro estuvo a punto de morir luego de que un hombre con una enfermedad mental lo apuñaló durante la campaña de 2018.

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