Los fanáticos de la realeza británica han llegado a Londres para ser testigos de procesiones fastuosas. Foto La Hora/AP

Los fanáticos de la realeza británica han llegado a Londres para ser testigos de procesiones fastuosas y, sobre todo, para hacer una fila kilométrica para poder despedirse de la reina Isabel II, que ha fallecido tras siete décadas en el trono, algo sin precedentes. Y mientras están aquí, llenan hoteles, restaurantes y tiendas.

Los visitantes que llegan al centro de Londres desde sitios tan lejos como Estados Unidos y la India para el momento histórico están impulsando los negocios en un momento en el que la economía británica se enfrenta a una crisis del costo de la vida alimentada por la mayor inflación de las últimas cuatro décadas y las predicciones de una inminente recesión.

“Esto es historia, sabes, eso sucede una vez en la vida”, comentó Kanakkantt Benedict, que estaba de visita desde la India con su esposa y pasó junto al ataúd de la reina envuelto en la bandera esta semana. “Así que formamos parte de ello”.

 

La fastuosidad y el esplendor que preceden al funeral de la monarca más longeva de Gran Bretaña ponen de relieve el poder de la familia real como atracción mundial, desde una elaborada procesión militar para su féretro que atrae a espectadores en directo de todo el mundo, hasta montones de flores que llenan Green Park, cerca del Palacio de Buckingham, y tiendas de regalos que se apresuran a fabricar recuerdos que conmemoran la vida de la reina mientras la gente clama por recuerdos.

Se espera que cientos de miles de personas rindan tributo a la reina durante los cuatro días en que su ataúd estará en el Salón Westminster previo a su funeral de estado el lunes, lo que ha hecho aumentar la demanda de habitaciones de hotel en el centro de Londres, que en algunos casos han duplicado su precio.

Cientos de líderes mundiales, desde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hasta el emperador y la emperatriz de Japón, además de sus séquitos, necesitan lugares para alojarse a medida que llegan para asistir al funeral de la reina. Lo mismo ocurre con los agentes de policía que vienen de toda Gran Bretaña para ayudar en la seguridad.

Los niveles de ocupación podrían alcanzar un máximo histórico del 95%, según la plataforma londinense de reservas para grupos Hotelplanner.com.

“No es de extrañar si se tiene en cuenta que los ojos del mundo están puestos en la capital y en los medios de comunicación, los dignatarios y los miembros del público, como yo, que sólo quieren formar parte de una ocasión tan histórica”, dijo Thomas Emanuel, director senior de la empresa de análisis de hoteles STR.

El Reino Unido ya era un lugar atractivo para visitar, debido a que la demanda de viajes internacionales más alta desde la pandemia de COVID-19 y la debilidad de la libra, especialmente para los visitantes estadounidenses, hace que los viajes transatlánticos sean más asequibles.

 

La economía británica se tambalea por el aumento de los precios de la energía, impulsado por la guerra de Rusia en Ucrania, que ha provocado la peor crisis del costo de la vida en una generación. El gobierno ha dicho que limitará los recibos de energía para los hogares y las empresas, pero los precios siguen siendo dolorosamente altos. Y la inflación es la más alta del G7, con un 9,9%.

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