Dos periodistas haitianos fueron muertos a tiros y sus cuerpos quemados cuando investigaban en una zona controlada por pandillas en la capital, el segundo asesinato este año, según la asociación de periodistas. Los dos muertos estaban entre los siete periodistas atacados el domingo en el barrio Cite Soleil de Puerto Príncipe. La violencia creciente en la zona cobró la vida de una joven de 17 años, dijo la Asociación de Periodistas Independientes en un comunicado.
Se identificó a las víctimas como Tayson Latigue y Frantzsen Charles. Dieudonne St-Cyr, un periodista miembro de la asociación, dijo a la radio Métropole Haiti que los periodistas fueron emboscados por dos pandillas enfrentadas a las que no identificó. Dijo que los otros cinco periodistas huyeron ilesos y que no se han recuperado los cuerpos de los dos muertos.
La organización condenó el «acto infame y odioso» y exigió que el gobierno mejore la situación de seguridad, que se agrava en medio de una ola de asesinatos y secuestros. Las pandillas se han vuelto más poderosas desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.
Internacional – Haití: asesinaron a dos periodistas mientras hacían una entrevista. https://t.co/NnNC4liGhS
— Popular (@populardiario) September 13, 2022
«Los periodistas hacían su trabajo», dijo la asociación. «No cometieron crimen alguno».
Añadió que los asesinatos son «una nueva prueba de la incapacidad del Estado para proteger las vidas y la propiedad, lo que no es sino una violación de los derechos humanos».
El primer ministro Ariel Henry condenó los asesinatos, que, dijo, le habían provocado una «profunda conmoción».
«Condenamos enérgicamente este acto bárbaro, a la vez que enviamos nuestro sentido pésame a las familias de las víctimas y sus colegas», tuiteó. En enero, las pandillas mataron a otros dos periodistas que trabajaban en Laboule, una zona al sur de Puerto Príncipe.
Los periodistas todavía reclaman respuestas por la desaparición en marzo de 2018 del fotógrafo independiente Vladjimir Legagneur, que fue visto por última vez en la zona de Grand Ravine, una de las más pobres y peligrosas de Puerto Príncipe.
