Hatice Cengiz, la novia del periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi, calificó la decisión del presidente Joe Biden de visitar Arabia Saudí de «desgarradora» y acusó al presidente estadounidense de retractarse de su promesa de dar prioridad a los derechos humanos.
En una entrevista con The Associated Press en Estambul en la víspera del viaje de Biden a Arabia Saudí para reunirse con el príncipe heredero, Cengiz dijo que Biden debería presionar al país, al que calificó de «aliado terrible», para que acepte una agenda de derechos humanos. También quiere que Biden obtenga más respuestas de las autoridades saudíes acerca del paradero de los restos de Khashoggi.
El príncipe heredero Mohammed bin Salman siempre ha negado todo conocimiento o participación en el asesinato de Khashoggi, perpetrado en el consulado saudí en Estambul por agentes del joven heredero. Un informe de la inteligencia estadounidense que Biden hizo público al asumir sus funciones sostiene que no se pudo perpetrar el asesinato sin el conocimiento del príncipe Mohammed.
Cengiz había ido con Khashoggi al consulado saudí a recoger unos documentos que necesitaba para casarse con ella. Mientras ella esperaba afuera, él entró, y jamás reapareció.
Hatice Cengiz accused Joe Biden of backing down from his pledge of prioritizing human rights. https://t.co/0vdnrIuupm
— Bangor Daily News (@bangordailynews) July 14, 2022
«Ese día destruyó mi vida. No quiero recordar ninguna parte de ese día», dijo Cengiz en la entrevista. Dijo que después de recoger los documentos pensaban elegir muebles nuevos para su casa y reunirse con unos amigos.
En el momento de su asesinato, Khashoggi era residente de Estados Unidos y columnista del diario The Washington Post, autor de artículos en los que criticaba al príncipe por la represión creciente de activistas. Había ejercido algunas funciones en el gobierno saudí, pero empezó a criticarlo cuando el príncipe heredero recibía elogios de las capitales occidentales por promover reformas sociales en el reino.
El asesinato perpetrado en octubre de 2018 y los intentos de encubrirlo recibieron condenas internacionalmente, y el príncipe Mohammed nunca recuperó su prestigio.
Con todo, el príncipe ha empezado a atraer a grandes inversores occidentales que rehuyeron el reino después del asesinato. Ha reparado sus relaciones con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que busca inversiones en el Golfo Pérsico para reflotar su economía.