Varias personas salen del puerto en bote para regresar a sus comunidades en medio de la lluvia generada por la tormenta tropical Bonnie, en Bluefields, Nicaragua. Foto La Hora: Inti Ocon/Ap.

 

La tormenta tropical Bonnie llegó a la costa de Nicaragua en el Caribe cerca de la frontera con Costa Rica el viernes por la noche, en medio de pronósticos de que atravesará hasta el Pacífico, donde podría convertirse en huracán.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) informó que Bonnie tocó tierra a unos 120 kilómetros (75 millas) al sur de la ciudad de Bluefields, Nicaragua. Se prevé que provoque inundaciones significativas, con lluvias de hasta 20 centímetros (8 pulgadas) e incluso más en lugares aislados.

Tenía vientos máximos sostenidos de 85 km/h (50 mph) al llegar a tierra y se desplazaba hacia el oeste a 26 km/h (16 mph) en una trayectoria que se espera que también toque partes de Costa Rica durante la noche. Se pronostica que Bonnie se trasladará al Pacífico el sábado y luego comenzará a intensificarse, alcanzando probablemente la fuerza de un huracán el lunes.

Horas antes el viernes empezaron a caer lluvias en Bluefields, y las autoridades dijeron que habían establecido 50 refugios temporales. El presidente nicaragüense Daniel Ortega declaró «estado de alerta amarilla» en toda Nicaragua, lo que supone la activación de los comités de atención de desastres.

La vicepresidenta y vocera oficial, Rosario Murillo, dijo que el gobierno inició evacuaciones en algunos poblados de la región del Caribe hacia los albergues provisionales, y la Fuerza Naval prohibió que zarpen embarcaciones, no solamente en el litoral caribeño, sino también en la provincia de Rivas en el sur del país y sobre el Gran Lago de Nicaragua, zonas que se verán afectadas por intensos vientos y precipitaciones.

Muchos de los 57.000 residentes de Bluefields empezaron a clavar tablones en sus ventanas en preparación para la tormenta. Gran cantidad de nicaragüenses aún recuerdan el huracán Joan, que causó enormes daños en la costa atlántica en 1988 y dejó casi 150 muertos.

«Estamos ya esperando el impacto de la tormenta, y rezando para que no destruya nuestra región», comentó Ricardo Gómez, que tenía 8 años cuando pasó Joan. La zona también fue azotada en rápida sucesión por dos poderosos huracanes: Iota y Eta, en 2020, que causaron daños calculados en 700 millones de dólares.

En Costa Rica, las autoridades expresaron preocupación de que la tormenta provoque aludes de tierra e inundaciones en un área ya empapada por la lluvia desde hace días. El gobierno dijo que siete albergues en la parte norte del país ya alojan a cerca de 700 personas desplazadas por las inundaciones.

 

Un enorme alud interrumpió el tránsito hace una semana en la carretera principal que une la capital, San José, con la costa caribeña, y seguía cerrada el viernes. El gobierno canceló las clases en todo el país.

Las fuertes lluvias también han destruido o dañado varios puentes. Estaba vigente una alerta de tormenta tropical para la isla de San Andrés en Colombia, y desde Cabo Blanco en Costa Rica hacia el norte hasta Puerto Sandino en Nicaragua.

El NHC dijo que se proyecta que Bonnie resurja en el Pacífico el sábado, donde se espera que gane fuerza conforme se desplace por el mar de forma casi paralela a la costa durante los días siguientes.

 

El meteoro ha estado

empapando partes de la región del Caribe desde el lunes, pero no fue sino hasta el viernes que cumplió con los criterios para ser catalogado como tormenta tropical con nombre.

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