Migrantes compran boletos de autobús luego de recibir documentos que les permiten viajar legalmente por México, en Huixtla, estado de Chiapas, México. Miles de migrantes salieron a pie de Tapachula a principios de semana, cansados de esperar que se normalice su estatus en una región con poco trabajo, con el objetivo final de llegar a Estados Unidos. Foto La Hora: Marco Ugarte/AP.

 

Unos 2.000 migrantes —en su mayoría venezolanos— partieron el viernes por la madrugada del sur de México hacia el norte, presionando a las autoridades para que les permitan seguir hacia la frontera con Estados Unidos.

La migración ha vuelto a ocupar el centro de atención con el descubrimiento de un camión de carga abandonado en San Antonio, Texas, con más de 60 migrantes en su interior. Cincuenta y tres murieron en el intento fallido de inmigración clandestina.

Al mismo tiempo, la Corte Suprema de Estados Unidos falló que el gobierno del presidente Joe Biden no erró al poner fin a la polémica medida de su antecesor Donald Trump, que obligaba a los solicitantes de asilo a seguir sus procesos desde México.

Los migrantes partieron de Tapachula, en el sureño estado de Chiapas. El mes pasado, al producirse otras salidas masivas de migrantes desde esa ciudad, el gobierno mexicano se apresuró a darles documentos temporarios.

«Cien por ciento vamos en honor a los migrantes que se han muerto, porque todos sabemos que no es un secreto para nadie que (las víctimas del camión de Texas) también iban luchando por un futuro, así como vamos nosotros», afirmó el venezolano Jonatan Ávila, uno de los organizadores de la marcha.

Muchos migrantes ya no soportan la estrategia mexicana de mantenerlos en el sur, lejos de la frontera con Estados Unidos. Se quejan de que el proceso de normalización de su estatus —generalmente mediante la solicitud de asilo— es demasiado largo y dada la escasez de empleos disponibles, no pueden esperar tanto.

Decenas de soldados de la Guardia Nacional vigilaron la marcha, sin intervenir.
Doris Perdomo, una migrante venezolana que viaja con dos niños pequeños, se refirió al fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos y dijo haber recibido la noticia —falsa— de que Biden permitiría el ingreso de todos los migrantes a Estados Unidos.

 

«Ahí salió en la noticia ayer que Biden dio paso libre, que no va a regresar a ningún inmigrante», dijo Perdomo, que estaba en Tapachula desde hacía un mes esperando obtener documentos. Sin embargo, el fallo de la corte tendría previsiblemente un escaso impacto inmediato, porque el gobierno de Biden rara vez había aplicado la medida llamada «Permanecer en México».

Otra medida de Trump que sigue vigente y que no fue afectada por el fallo del jueves, permite al gobierno expulsar rápidamente a los migrantes sin darles la oportunidad de solicitar asilo —a pesar de la ley estadounidense y un tratado internacional— con el argumento de contener la transmisión de COVID-19. Se ha expulsado a más de 2 millones de personas desde que esa norma entró en vigor en marzo de 2020.

Si bien las caravanas de migrantes han llamado la atención de la prensa, quienes participan en ellas representan un pequeño porcentaje del flujo migratorio que arriba a la frontera diariamente, generalmente con ayuda de contrabandistas.

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