El parlamento de Israel votó el jueves a favor de su disolución y envió al país a las urnas en noviembre para las quintas elecciones generales en menos de cuatro años.
El ministro de Exteriores, Yair Lapid, quien fue el arquitecto del gobierno de coalición saliente, se convertirá en el primer ministro interino a medianoche del viernes. Será la 14ta persona que ocupe el cargo tras Naftali Bennett, el primer ministro que menos ha durado en el puesto.
El gobierno colapsó poco más de un año después de su formación, en una iniciativa histórica en la que una coalición formada por partidos ideológicamente diversos sacó a Benjamin Netanyahu del poder tras 12 años. Fue la primera vez que una facción árabe entró al ejecutivo.
La moción de disolución salió adelante con el voto de 92 legisladores, mientras que otros nueve la rechazaron tras días de disputas entre la coalición y la oposición por la fecha de las elecciones y otras leyes de última ahora.
Los nuevos comicios se celebrarán el 1 de noviembre.La decisión pone fin formalmente a un experimento de un año de duración en el que ocho formaciones de todos los ámbitos del espectro político israelí trataron de encontrar un terreno común tras un largo periodo de estancamiento político con cuatro elecciones en dos años.
Israel disolvió su Parlamento y el país se prepara para unas nuevas elecciones.https://t.co/j8Uvru5kWB
— El Espectador (@elespectador) June 30, 2022
Las próximas elecciones son una extensión de la prolongada crisis política del país, en cuyo centro está Netanyahu y su juicio por corrupción. Los cuatro comicios previos fueron en gran medida referéndums sobre su aptitud para ocupar el cargo mientras enfrentaba cargos de supuesto soborno, fraude y abuso de confianza. Netanyahu ha negado haber cometido delito alguno.
Se espera que Lapid, un exconductor de televisión que lidera un partido de centroizquierda, haga campaña como primer ministro interino para mantenerse en el cargo como principal alternativa a Netanyahu. Sus aspiraciones podrían recibir un primer impulso la próxima semana con la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al país.
Las encuestas realizadas por los medios israelíes muestran que Netanyahu y sus aliados ganarían escaños, aunque no está claro si alcanzarían los 61 necesarios para controlar el Knesset. Si nadie lo logra, el país podría verse abocado a unos nuevos comicios.