Lev Parnas, un asociado de Rudy Giuliani que fue una figura clave en el primer juicio político contra el presidente Donald Trump, fue sentenciado el miércoles a un año y ocho meses de prisión por fraude y delitos financieros de campaña. El juez que dijo que el fraude se había convertido en «una forma de vida» para Parnas, de 50 años.
Parnas había solicitado clemencia sobre la base de su cooperación con la investigación por parte del Congreso a Trump y los esfuerzos del entonces presidente para hacer que las autoridades ucranianas investigaran al hijo del ahora presidente Joe Biden.
El juez federal J. Paul Oetken no le dio a Parnas crédito por esa ayuda, que se produjo solamente después que el empresario de origen soviético enfrentó cargos penales. No obstante, le impuso una sentencia mucho menor que los seis años solicitados por la fiscalía.
Lev Parnas: socio de Giuliani en el asunto Trump con Ucrania encarcelado por fraude https://t.co/Q8GIU46oSn
— Independent en Español (@IndyEspanol) June 29, 2022
Además, el juez le ordenó a Parnas pagar una indemnización de 2,3 millones de dólares.
Los diversos esquemas que Parnas implementó para obtener dinero que, según los fiscales, alimentaron un estilo de vida de lujo, llevaron a Oetken a decir que para Parnas, el fraude «era esencialmente una forma de vida, una forma de hacer negocios». Hablándole a la corte antes del anuncio de la sentencia, Parnas sollozó y se disculpó con las personas que perdieron dinero invirtiendo en sus negocios.
«Mucho de lo que usted ha escuchado es cierto, su señoría. No he sido una buena persona en toda mi vida. He cometido errores y lo admito», dijo. «Quiero disculparme con todas las víctimas a quienes causé daños. Son personas que son mis amigos, personas que confiaron en mí y a quienes les mentí para mi propio beneficio», afirmó Parnas.
La causa penal contra Parnas no estuvo relacionada directamente con su trabajo para Giuliani cuando el exalcalde de Nueva York contactaba a funcionarios ucranianos y cabildeaba ante ellos para que investigaran al hijo de Biden, Hunter.
En lugar de ello, se centró en las donaciones ilegales que Parnas hizo a varios políticos estadounidenses usando dinero de un millonario ruso como parte de sus esfuerzos para iniciar un negocio legal de marihuana para uso recreativo.
En marzo, Parnas también se declaró culpable de asociación ilícita para cometer fraude por medios electrónicos, admitiendo que él y un socio suyo les habían dado a inversionistas información falsa sobre un negocio con sede en Florida, Fraud Guarantee, que justamente prometía protección contra fraudes.
Esa nueva compañía contrató a Giuliani como consultor en un momento en el que algunas figuras ucranianas trataban de acercarse al gobierno de Trump, acordando pagarle al exalcalde 500.000 dólares.