El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó el martes el ataque aéreo ruso contra un centro comercial de Ucrania como un «nuevo crimen de guerra», prometió que no cesará el apoyo de Occidente a Kiev, y dijo que Moscú «no puede y no debe» ganar la guerra.
El ataque, en el que murieron al menos 18 personas en la ciudad de Kremenchuk, se produjo mientras los mandatarios de los países del G7 se reunían en Europa. Fue parte de una ofensiva rusa inusualmente intensa en toda Ucrania, incluyendo la capital Kiev, que renovó la atención internacional mientras el conflicto se alarga.
Al culminar la cumbre del G7 en Alemania, Macron hizo una aparente referencia a esta preocupación, prometiendo que las siete democracias industrializadas más grandes del mundo apoyarían a Ucrania y sostendrían las sanciones contra Rusia «el tiempo que sea necesario y con la intensidad necesaria». «Rusia no puede ni debe ganar», manifestó, y describió el ataque del lunes al centro comercial como «un nuevo crimen de guerra».
Al igual que en ataques anteriores, las autoridades rusas afirmaron que el centro comercial no era el objetivo. La respuesta a Rusia y el apoyo a Ucrania serán también los temas principales esta semana en una cumbre de la OTAN, cuyo apoyo ha sido crucial para la capacidad de Kiev de mantener a raya a las fuerzas de Moscú, las cuales son más numerosas y están mejor equipadas. Sin embargo, el gobierno ucraniano asegura que necesitan más y mejores armas si pretenden repeler a Rusia, que lleva a cabo una ofensiva sin cuartel en la región del Donbás, en el este de Ucrania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirma que «Rusia no puede ni debe ganar» la guerra de Ucrania, y que se van a mantener las sanciones a Moscú y la ayuda a Kiev «tanto como sea necesario».https://t.co/9UpKog3sgE
— EFE Noticias (@EFEnoticias) June 28, 2022
Mientras Macron se pronunciaba, los rescatistas buscaban entre los escombros calcinados del centro comercial que, según las autoridades, fue atacado mientras había más de 1.000 compradores y trabajadores en su interior.
La residente Kateryna Romashyna dijo a The Associated Press que acababa de llegar al centro comercial cuando una explosión la derribó. Unos 10 minutos después se produjo otro estallido, y fue cuando se dio cuenta de que tenía que irse del lugar.
«Me alejé con todas mis fuerzas», contó. Conteniendo las lágrimas, añadió que «se necesita ser un verdadero monstruo» para atacar un centro comercial. Muchas de las personas que estaban en el lugar huyeron rápidamente en cuanto escucharon las sirenas de ataque aéreo y se resguardaron del otro lado de la calle, dijo el ministro del Interior de Ucrania, Denis Monastyrsky. Varios de los cuerpos de aquellos que no pudieron escapar a tiempo quedaron irreconocibles.
Además de los 18 muertos, las autoridades informaron de 59 personas heridas. Además, hay 21 personas que continúan desaparecidas, dijo Monastyrsky.
El ataque evocó imágenes de las primeras semanas de la guerra en contra de un teatro, una estación de trenes y un hospital. El presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskyy dijo que fue «uno de los ataques terroristas más descarados en la historia de Europa».
Los ataques con cohetes también continuaron en otros puntos de Ucrania. Las autoridades de la ciudad de Dnipró reportaron que los trabajadores de un taller automotriz quedaron atrapados entre escombros después de un ataque con misiles lanzados desde el Mar Negro, según agencias noticiosas ucranianas. Las fuerzas armadas de Ucrania lograron interceptar y destruir otros misiles dirigidos a la ciudad, añadieron las agencias.
Mientras varios países expresaban sus condenas, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov mantuvo una postura desafiante, asegurando que Rusia continuará con su ofensiva hasta que cumpla con sus objetivos. Afirmó que las hostilidades podrían cesar «antes de que termine el día» si Ucrania se rinde y cumple las exigencias de Moscú, incluyendo reconocer el control de Rusia sobre el territorio que ha tomado a la fuerza.