La Organización Mundial de la Salud convocó a una reunión de emergencia el jueves para estudiar si corresponde declarar una emergencia global ante el brote creciente de viruela símica. Pero algunos expertos sostienen que la decisión de la OMS de reaccionar apenas cuando la enfermedad se ha extendido a occidente podría arraigar las profundas inequidades entre países pobres y ricos que salieron a la luz durante la pandemia de coronavirus.
La declaración de emergencia global significaría que la agencia de salud de la ONU considera al brote un «evento extraordinario» en riesgo de cruzar más fronteras, lo cual requeriría una respuesta global. En ese caso, la viruela símica entraría en la categoría de la pandemia de COVID-19 y la campaña para erradicar la polio.
La OMS dijo que no preveía anunciar decisión alguna de su comité de emergencia antes del viernes. Muchos científicos dudan de que tal declaración ayude a frenar la epidemia, ya que los países desarrollados donde se han registrado casos recientes ya están tomando medidas para eliminarla rápidamente.
El comité de emergencias de la OMS celebra este jueves una reunión para evaluar si el brote de viruela del mono constituye una “emergencia de salud pública de importancia internacional”. Este es el máximo nivel de alerta que puede declarar el organismo https://t.co/pnPf0llBI0
— EL PAÍS (@el_pais) June 23, 2022
La semana pasada, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la epidemia reciente de viruela símica identificada en más de 40 países, principalmente de Europa, era un hecho «inusual y preocupante». La viruela símica ha infectado a personas en el centro y oeste de África desde hace décadas. Una de las variantes mata hasta el 10% de los infectados. En la epidemia fuera de África, no se han registrado muertes hasta el momento.
«Si la OMS realmente estuviera preocupada por la trasmisión de la viruela símica, podría haber convocado a su comité de emergencia hace años, cuando reapareció en Nigeria en 2017 y nadie sabía por qué, repentinamente, teníamos cientos de casos», dijo Oyewale Tomori, un virólogo nigeriano que es miembro de varios grupos asesores de la OMS. «Es un poco curioso que la OMS solo convocara a sus expertos cuando la enfermedad apareció en los países blancos».