Bajo sus propias condiciones, el candidato Rodolfo Hernández aceptó el jueves ir a un debate presidencial con su contendor Gustavo Petro luego de que un tribunal en Colombia lo ordenara argumentando que se trata de un derecho de los ciudadanos a participar en la conformación y control del poder político.
Hernández, quien aseguró que acata pero no comparte el fallo del tribunal, propuso que el debate se realice el jueves en Bucaramanga, al noreste del país, de donde fue alcalde y vive con su familia, argumentando razones de seguridad y facilidades de logística.
El izquierdista Petro aceptó viajar desde Bogotá, donde se encuentra y se esperaba que se diera el debate, hasta Bucaramanga. «Acepto que se haga el debate que ordena la justicia. El debate debe ser sin condiciones a la prensa, que pregunten lo que quieran», aseguró en su cuenta de Twitter.
Un tribunal colombiano ordenó a los dos candidatos a la presidencia asistir a un debate que sería difundido a nivel nacional a más tardar el jueves y cuando restan cuatro días para que se abran las urnas y los colombianos elijan su próximo presidente en el balotaje.
ME HAGO PELAR POR LOS PÁRAMOS Y POR EL CUIDADO DE LOS RECURSOS NATURALES 🌱💧🌏🇨🇴#RodolfoHernandez #RodolfoPresidente#LigaAnticorrupcion #alecciones2022 pic.twitter.com/MMO5HNx87s
— Ing Rodolfo Hernandez 🇨🇴! (@ingrodolfohdez) June 16, 2022
La discusión sobre hacer o no el debate presidencial se convirtió en un nuevo elemento de tensión en la campaña presidencial. Como estrategia Hernández anunció que no asistiría a ninguno, mientras que Petro se mostró dispuesto y lo retó, aunque él mismo en la primera vuelta rehusó asistir a algunos cuando llevaba la ventaja en las encuestas.
El debate, según dijo el tribunal, lo deben solicitar y programar los candidatos de manera conjunta. Hernández fue específico en señalar un grupo de tres periodistas que considera deberían moderar la discusión y también puntos que se alejan de los programas de gobierno y se centran en temas polémicos como: «campaña sucia de desprestigio de contendores políticos, alianzas politiqueras de los candidatos, amenazas descaradas de generar caos y violencia si los resultados no le son favorables».
Hernández, un magnate de bienes raíces que ha centrado su campaña en la lucha contra la corrupción y defiende la austeridad, aseguró que no destinará «un solo peso» para costear los gastos del debate, por lo que increpó a Petro a disponer de sus «millonarios recursos». El debate debe transmitirse por el sistema de medios públicos de Colombia que pertenece al Estado.
El exrebelde Petro no propuso condiciones para el debate y aseguró en una carta abierta que deja en manos del sistema de medios públicos todos los detalles, incluido el presupuesto. «Usted dice que acepta el debate. No es verdad. Usted se burla del debate, de la justicia, de los medios de comunicación y de los colombianos al querer imponer unas condiciones. No importa», contestó Petro.
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La campaña presidencial está reñida. Según las últimas encuestas permitidas por ley, hay un empate técnico, por lo que ambos candidatos buscan conquistar nuevos votos, sobre todo entre los indecisos y el voto en blanco. Tanto Petro como Hernández tienen discursos contra el establecimiento, ideas populistas y son críticos del actual gobierno del conservador Iván Duque.