Donald Trump se anotó una victoria importante en Carolina del Sur, donde su candidato venció por amplio margen al legislador Rom Rice, el primer republicano en perder su banca después de votar favor del juicio político al expresidente el año pasado, pero otro blanco republicano de Trump en el estado, la representante Nancy Mace, pudo rechazar la ofensiva.
Mientras tanto, en Nevada, el favorito de Trump, Adam Laxalt, ganó su primaria para disputar una banca en el Senado, derrotando a un populista que, sin embargo, parece más representativo de la base trumpista. Estas son las conclusiones de la última ronda de elecciones primarias en Estados Unidos:
FALLO DIVIDIDO EN CAROLINA DEL SUR
Rice y Mace han sido blancos de la ira de Trump desde que una turba de seguidores suyos asaltó el Capitolio en Washington para impedir la certificación del triunfo electoral de Joe Biden. Sus transgresiones consistieron en que Mace dijo por la televisión nacional que «todo el legado (de Trump) ha sido borrado» por el ataque. Rice se sumó al pequeño grupo de republicanos que votaron con los demócratas a favor del segundo juicio político a Trump.
«Tuvo un berrinche que culminó con el saqueo del Capitolio de Estados Unidos», dijo Rice al noticiero de la NBC el lunes. «Es un ataque directo a la Constitución por el que debería rendir cuentas». El fallo dividido de los votantes refleja la división interna del Partido Republicano acerca de cómo seguir adelante después de la era de Trump. El distrito rural de Rice es representativo del país trumpista, donde la oposición al expresidente conlleva un costo muy alto.
El distrito de Mace, con centro en la ciudad de Charleston, está lleno de los votantes moderados suburbanos que huyeron del partido de Trump. Es uno de los pocos distritos de un estado predominantemente republicano donde los demócratas han tenido algunas posibilidades de ganar bancas.
Los resultados demuestran que no se puede desestimar el factor Trump en territorio republicano, una señal de alerta para, por ejemplo, la representante Liz Cheney, quien votó a favor del juicio a Trump y quien copreside la comisión investigadora del asalto del 6 de enero. En agosto enfrenta una difícil primaria contra un respaldado por Trump en su estado, Wyoming.
Otro factor a destacar en la primaria de Mace: indirectamente fue una contienda entre Trump —que estudia lanzar una nueva campaña por la Casa Blanca en 2024— y la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, quien podría ser su rival. Trump apoyó a la exlegisladora Katie Arrington, mientras que Haley lo desafió abiertamente al hacer campaña con Mace.
TRUMP Y MCCONNELL SE ALINEAN CON LAXALT EN NEVADA
Trump y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, tienen escasos puntos de acuerdo. Ni siquiera se hablan desde diciembre de 2020, cuando McConnell reconoció el triunfo de Biden, pero los dos apoyaron a Laxalt contra Sam Brown, un oficial condecorado del ejército.
El apoyo de ambos refleja la importancia que dan los republicanos a ganar la banca de la senadora demócrata Catherine Cortez Masto, considerada una de las más vulnerables.
CAMBIOS EN LA CÁMARA EN TEXAS
Un distrito antes demócrata en el sur de Texas tendrá ahora una representante republicana, Mayra Flores, que ganó una primaria especial para finalizar el mandato del demócrata Filemon Vela, que renunció para dedicarse al cabildeo. Flores, hija de trabajadores migrantes, tendrá la banca durante algunos meses antes de que se reforme el distrito, que será más favorable a los demócratas, pero su victoria en el Rio Grande Valley, de gran población hispana, es una señal ominosa para los demócratas.
También afecta las posibilidades de los demócratas de acrecentar su ventaja en la cámara, que es de apenas dos bancas.
¿DE CAROLINA DEL SUR A LA CASA BLANCA?
También en Carolina del Sur, el republicano Tim Scott, ganó sin oposición una primaria para lo que dice será su último período en el Senado, pero tal vez esté pensando en una presa mayor, la Casa Blanca.
El único republicano negro en el Senado tiene dinero de sobra para contender. Para su reelección reunió la friolera de 42 millones de dólares, más que suficiente para lanzar una campaña presidencial de cara a 2024.