Las fuerzas rusas atacaron los alrededores de Kiev y de otra ciudad, apenas unas horas después de que Moscú prometiera reducir las operaciones militares en esos lugares para facilitar el desarrollo de las negociaciones, informaron el miércoles las autoridades ucranianas.
Los cañoneos —y la intensificación de los ataques rusos en otras partes del país— mermaron el optimismo sobre cualquier avance en las conversaciones destinadas a poner fin a la guerra cruenta.
El martes, cuando anunció planes de reducir la escalada cerca de la capital y la ciudad norteña de Chernihiv para «aumentar la confianza mutua», el ejército ruso no explicó exactamente qué iba a hacer, y la medida fue recibida con profundas sospechas por parte del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y por los países de Occidente.
Poco después, funcionarios ucranianos dijeron que los proyectiles rusos alcanzaron casas, tiendas, bibliotecas y otros sitios civiles en Chernihiv y en las afueras de Kiev. Las tropas rusas también intensificaron sus ataques alrededor de la ciudad oriental de Izyum y la región oriental de Donetsk, luego de redesplegar algunas unidades de otras áreas, precisó el gobierno ucraniano.
Rusia ataca cerca de Kiev y otra ciudad pese a sus promesas https://t.co/nENPZOtV8t
— AP Noticias (@AP_Noticias) March 30, 2022
Mientras continuaba la guerra iniciada por Rusia hace cinco semanas, también lo hacían sus consecuencias fuera de las fronteras de Ucrania. Naciones Unidas informó el miércoles que el número de refugiados que han huido del país ha superado los 4 millones, mientras crecen las repercusiones económicas de la guerra y las sanciones de Occidente contra Moscú.
Alemania, el motor industrial europeo, emitió una advertencia sobre sus suministros de gas natural, entre las preocupaciones de que Rusia pueda cortar las entregas si no cobra por ellas en rublos. Polonia anunció medidas para poner fin a todas las importaciones de petróleo ruso para fines de 2022.
Durante la ronda de conversaciones celebrada el martes en Estambul, parecieron surgir los primeros esbozos de un posible acuerdo de paz cuando la delegación ucraniana ofreció un marco en el que Ucrania se declararía neutral -dejando de lado su intento de entrar en la OTAN, como exige Moscú desde hace tiempo- a cambio de garantías de seguridad por parte de un grupo de otros países.
El responsable de la delegación rusa en las negociaciones, Vladimir Medinsky, dijo que la disposición de Ucrania de sopesar su estatus de neutralidad satisfaría una demanda rusa clave.
Medinsky dijo en comentarios televisados que las propuestas señalaban la disposición de Ucrania para llegar a un acuerdo «por primera vez en años». Agregó que si Ucrania cumple su oferta, «se eliminará la amenaza de crear una cabeza de puente de la OTAN en el territorio ucraniano».
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también dio algunos indicios positivos, pero agregó: «No podemos decir que haya habido algo prometedor o avances».
Después del anuncio del Kremlin de que reduciría algunas de sus operaciones militares, el presidente Zelenskyy reaccionó diciendo que, cuando se trata de los rusos, «sólo se puede confiar en resultados concretos».
«Podemos describir como positivos esos gestos que oímos en las negociaciones», dijo en su mensaje en video de cada noche al pueblo ucraniano. «Sin embargo, esos gestos no silencian las explosiones de los proyectiles rusos», añadió.
El escepticismo parecía justificado para el miércoles por la mañana.
«La supuesta reducción de actividad en la región de Chernihiv quedó demostrada con los ataques enemigos, incluidos ataques aéreos sobre Nezhyn y durante toda la noche dispararon a Chernihiv», afirmó el gobernador de la región, Viacheslav Chaus. «En Chernihiv se destruyeron infraestructuras civiles, bibliotecas, centros comerciales y muchas casas».
Oleksandr Pavliuk, responsable de administración militar en la región de Kiev, dijo el miércoles que los proyectiles rusos habían alcanzado zonas residenciales e infraestructuras civil en Bucha, Brovary y Vyshgorod, en torno a la capital.