China instituyó el sábado nuevas restricciones por el coronavirus que incluyen llamar al público a no salir de Beijing y cerrar escuelas en Shanghái, al tiempo que la gobernadora de Hong Kong advirtió que el brote local de COVID no ha alcanzado su pico aún.
En Beijing, donde se reportaron cinco casos nuevos, parte del complejo residencial Yosemite en el distrito norteño de Shunyi quedó en encierro luego de hallarse una infección. Los residentes recibieron órdenes de someterse a pruebas.
El gobierno dijo que la persona infectada estuvo en contacto cercano con un caso previo en la capital.
“Por favor, no salgan de Beijing a menos que sea necesario”, dijo un portavoz del comité del Partido Comunista en la capital, Xu Hejian, de acuerdo con la televisión estatal.
El gobierno reportó 588 nuevos casos confirmados y ninguna muerte en las 24 horas hasta la medianoche del viernes. Los números son bajos comparados con los de otros países, pero las autoridades dicen que están listas para encerrar comunidades si se detecta un caso.
El gobierno municipal de Shanghái, donde se reportaron 22 casos nuevos el sábado, anunció que las escuelas volverían a las clases por internet.
Atracciones públicas como la torre de televisión Oriental Pearl comenzaron a requerir que los visitantes muestren resultados negativos de pruebas del virus, dijo la prensa.
La jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, advirtió que la ola de infecciones en el territorio podría no haber alcanzado su pico aún, pese a severos controles sobre viajes y negocios. La ciudad reportó más de 27.600 nuevos casos confirmados.
Los nuevos casos en China continental incluyen 134 en la provincia nororiental de Jinlin, donde la ciudad industrial de Chengchun, con 9 millones de habitantes, fue colocada en encierro el viernes.
Changchun y la capital provincial, también llamada Jinlin, siguen “en el pico de trasmisión comunitaria”, dijo el secretario del partido comunista en la provincia, JIng Junhai, en una declaración.