Un estudio en Estados Unidos que comparó la protección entre haber tenido COVID-19 y estar vacunado concluyó que vacunarse es la forma más segura para prevenir la enfermedad nuevamente.
El estudio revisó infecciones en Nueva York y California el verano y otoño pasados y encontró que la gente que estaba vacunada y había superado una infección de COVID-19 tenían la mayor protección.
Pero la gente que no estaba vacunada y tuvo la infección estaba cerca. Para el otoño, cuando la variante delta se volvió dominante y aún no se ofrecían las dosis de refuerzo de manera generalizadas, esas personas tenían diagnósticos más bajos que las personas vacunadas que no habían enfermado previamente de COVID-19.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), que publicaron el estudio el miércoles, destacaron varias advertencias a la investigación. Y algunos expertos externos se mostraron cautelosos con las conclusiones y recelosos de cómo podrían interpretarse.
Desde hace tiempo, se ha instado a la gente a vacunarse aunque haya contraído el COVID-19 debido a que ambos tipos de protección eventualmente disminuyen, y hay demasiadas incógnitas como para confiar sólo en una infección pasada, sobre todo una que haya ocurrido hace mucho tiempo, añadió el inmunólogo Ali Ellebedy de la Universidad de Washington en San Luis.
La investigación coincide con un pequeño conjunto de estudios que encontraron que las personas no vacunadas que padecieron previamente coronavirus corrían un menor riesgo de volver a contraerlo o de enfermar comparado con las personas que no se habían infectado.
Sin embargo, los autores del estudio concluyeron que la vacunación «sigue siendo la estrategia más segura» para evitar infecciones y que «todas las personas elegibles deberían estar al día con su vacunación contra el COVID-19».