Una vigilia por las víctimas de los recientes tornados en Mayfield, Kentucky. Foto La Hora/AP.

Las comunidades afectadas por los recientes tornados en el sur y centro-occidente de Estados Unidos se abocan ahora a una dolorosa tarea: llorar a sus muertos y darles sepultura digna.

Las tormentas dejaron decenas de muertos en Arkansas, Illinois y estados vecinos. Solamente en Kentucky dejaron una estela de destrucción de 320 kilómetros (200 millas). El Servicio Nacional de Meteorología registró por lo menos 41 tornados, entre ellos 16 en Tennessee y ocho en Kentucky.

En el oeste de Kentucky, una funeraria se disponía a asistir a las familias de las víctimas, al tiempo que lloraba sus propios muertos.

La funeraria Beshear en Dawson Springs preparaba por lo menos cuatro funerales al tiempo que lidiaba con demoras causadas por las tormentas, relató la propietaria, Jenny Beshear Sewell, prima del gobernador de Kentucky.

Entre las víctimas había dos hermanas, ambas empleadas de la funeraria, la única de ese pueblo.

Carole Grisham, de 80 años y Marsha Hall, de 72, decidieron dejar pasar la tormenta, refugiándose en su vivienda en la oscuridad de la noche, expresó Sewell por teléfono. La vivienda, que no contaba con un sótano, quedó reducida a escombros.

 

La Primera Iglesia Metodista Unida se ve con el techo derrumbado después de los tornados en Dresden, Tennessee. Foto La Hora/AFP.

Hall, una empleada veterana de la funeraria, había tenido un día difícil el viernes, horas antes de perecer, contó Sewell. Recordó que Hall, al salir esa tarde, se despidió diciendo “Pues nos vemos”.

A medida que se acercaba el tornado, Sewell le envió un mensaje de texto a Hall rogándole que ella y su hermana se fueran al sótano de la funeraria o al de una iglesia cercana. “Ok”, le respondió Hall y no se supo más de ella.

La funeraria todavía estaba haciendo los arreglos en honor a Grisham y Hall, pero seguramente habrá un funeral conjunto, dijo Sewell.

Entretanto, la funeraria preparaba servicios para otras víctimas y para una mujer cuya ceremonia fúnebre tuvo que ser postergada desde el sábado previo. Si para los próximos días no regresa el servicio de calefacción, “la gente simplemente tendrá que abrigarse, es lo mejor que podemos hacer”, expresó Sewell.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, ha prometido 5.000 dólares a cada familia de víctimas para pagar los gastos fúnebres. Ese estado fue el más afectado, con 74 muertes reportadas hasta ahora.

En Madisonville, más al oeste de Kentucky, amigos y familiares lloraban a una pareja que murió cuando el tornado azotó la comunidad cercana de Dawson Springs.

Jeffrey Eckert, de 70 años, era “misterioso, pero divertido”, recordó su sobrino Mike Eckert.

Jeffrey Eckert, recordó el sobrino, tocaba música en varias bandas, era dueño de un bote y estudió un curso para obtener licencia de piloto.

Su esposa, Jennifer Eckert, de 69 años, fue recordada como una mujer que cocinaba deliciosos pasteles y amaba a sus nietos.

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