Fotografías sin fecha proporcionadas por el Departamento de Policía del condado Oakland de Jennifer Crumbley y James Crumbley. Foto La Hora/Oakland County Sheriff's Office vía AP.

Las armas usadas en tiroteos en Estados Unidos con frecuencia salen de las casas de los jóvenes agresores, pero los padres rara vez son imputados por la violencia que ocurre, indican los expertos.

Por este motivo, el caso contra los padres de Ethan Crumbley es tan inusual, luego del tiroteo de esta semana que dejó cuatro estudiantes muertos en la Escuela Secundaria Oxford en el sureste de Michigan. La fiscal del condado Oakland, Karen McDonald, dijo que los padres Jennifer y James Crumbley ignoraron las oportunidades para intervenir, apenas unas horas antes de la masacre.

El sábado por la mañana, los Crumbley fueron imputados con cuatro cargos de homicidio involuntario, mientras que su hijo Ethan, de 15 años, fue acusado el miércoles como adulto por homicidio, terrorismo y otros delitos.

Los padres de Crumbley fueron detenidos la mañana del sábado y sus abogados no han comentado sobre el tiroteo o las acusaciones.

A continuación, un vistazo de los problemas a los que enfrentan los padres:

¿QUÉ SABEMOS DEL ARMA DE FUEGO?

La pistola semiautomática usada en el tiroteo del martes la compró James Crumbley el 26 de noviembre mientras su hijo estaba en la tienda, según investigadores.

Durante el fin de semana del Día de Acción de Gracias, Jennifer Crumbley la mencionó en redes sociales como un “regalo de Navidad” para su hijo, y Ethan publicó una foto del arma en redes sociales, señalando que era su “nueva belleza”, dijo McDonald.

 

En esta imagen tomada de un video, James (izquierda) y Jennifer Crumbley, durante la lectura de cargos de su hijo, Ethan Crumbley, en Rochester Hills, Michigan. Foto La Hora/Corte de Distrito vía AP.

¿SERÁ DIFÍCIL COMPROBAR EL HOMICIDIO INVOLUNTARIO?

“Es un cargo inusual”, dijo Eve Brensike Primus, quien enseña procedimiento criminal en la escuela de leyes de la Universidad de Michigan.

La policía dijo que Ethan Crumbley salió de un baño y comenzó a disparar a otros estudiantes en el pasillo de la secundaria Oxford. Horas antes, él y sus padres se habían reunido con autoridades de la escuela para hablar sobre la conducta del menor. Una maestra halló un dibujo en el escritorio del alumno con una pistola apuntando a las palabras: “Los pensamientos no se detienen. Ayúdenme”, según la fiscal.

A Ethan, quien no tenía antecedentes de mala conducta, le dijeron que tenía que recibir terapia, pero le permitieron quedarse en la escuela. No revisaron su mochila para ver si portaba un arma, dijo McDonald.

¿POR QUÉ NO SE IMPUTA A LOS PADRES CON MÁS FRECUENCIA?

Un análisis de 2019 realizado por el Departamento de Seguridad Nacional, halló que en el 76% de los casos en que se usaron armas de fuego en ataques escolares, las armas estaban en la casa de un padre o un familiar cercano. En aproximadamente la mitad de los casos, el acceso a ellas era fácil.

Sin embargo, las leyes que restringen el acceso a armas de fuego no siempre son aplicadas y su nivel varía, señalan los expertos.

“Nuestras leyes realmente no se han adaptado a la realidad de las matanzas escolares y lo más cercano que tenemos son estas leyes de prevención de acceso a menores”, dijo Kris Brown, presidenta del organismo de defensa para el control de armas Brady.

 

El residente de Waterford Andrew Baldwin, primo de Madisyn Baldwin, coloca velas a la base de un memorial con su hija de 5 años Ariyah Baldwin en Oxford, Michigan. Foto La Hora/Jake May/The Flint Journal vía AP.
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