Benjamin Netanyahu compareció el martes ante la corte por primera vez en medio año, mientras un antiguo confidente se preparaba para declarar en su contra en un sonado caso de corrupción.
Pero el esperado testimonio se aplazó hasta la semana siguiente tras una petición formal de los abogados de Netanyahu.
Nir Hefetz, exasesor de Netanyahu, era el testigo estrella de la acusación en el caso. Su cercanía al exmandatario durante varios años de su mandato era clave en las pruebas de la acusación. Hefetz dejó una larga carrera de periodismo en 2009 para trabajar como portavoz del gobierno de Netanyahu y en 2014 se convirtió en asesor y vocero de la familia Netanyahu.
Netanyahu entró en la corte el martes acompañado por su abogado, su hijo menor, Avner, y dos aliados de su partido Likud. El despliegue de seguridad en torno al edificio era mucho menor que en sesiones anteriores, cuando el acusado era primer ministro.
Sus abogados pidieron de inmediato que se aplazara la sesión, tras reportes de que se había presentado otro testigo con nuevas pruebas para acusar a la esposa del político, Sara, de aceptar una cara pulsera como regalo de dos amigos acaudalados, el productor de Hollywood Arnon Milchan y el millonario australiano James Packer.
Los abogados de Netanyahu alegaron que las acusaciones habían tomado por sorpresa al ex primer ministro y su esposa, que tenían derecho a examinar las pruebas antes de que Hefetz subiera al estrado.
Tras un breve receso, la corte aceptó la petición y aplazó el testimonio de Hefetz hasta el lunes siguiente.
Netanyahu ha sido acusado de fraude, abuso de confianza y aceptar sobornos, en tres casos separados.
En el primero se le acusa de recibir regalos por valor de cientos de miles de dólares de amigos adinerados como Milchan y Packer. En el segundo, Netanyahu está acusado de orquestar cobertura positiva en un importante periódico israelí a cambio de impulsar legislación que perjudicaría al principal rival del periódico.
El tercero, conocido como Caso 4000, gira en torno a legislación aprobada por Neyanyahu que supuestamente supuso cientos de millones de dólares para el propietario del gigante israelí de las telecomunicaciones Bezeq a cambio de cobertura positiva en su sitio de noticias Wall.
Cuando fue detenido por la policía en 2018 en relación con Caso 4000, Hefetz llegó a un acuerdo para declarar y proporcionó a los investigadores grabaciones de sus conversaciones con Netanyahu y su familia. Pero debido a su cercanía con el ex primer ministro, es probable que la declaración de Hefetz sea relevante en los tres casos.
El ex primer ministro ha negado cualquier mala práctica. Cuando estaba en el gobierno, rechazó las peticiones de que dimitiera mientras enfrentara cargos y aprovechó su posición para criticar a las fuerzas de seguridad, los medios y los tribunales.
Sin embargo, tras cuatro elecciones consecutivas no logró salir reelegido, con los votantes divididos sobre su juicio y su liderazgo. Este año dejó el poder después de que un variado grupo de rivales lograra formar una coalición de gobierno sin su partido Likud, que dominó la política israelí durante años.
Ahora es el líder de la oposición en el Knesset, el parlamento israelí.
Se espera que los procesos judiciales en su contra duren varios años.