El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió ayer a la ONU que despierte de su «letargo» en el combate a la corrupción y la desigualdad y propuso un plan de ayuda a los pobres pagado por contribuciones voluntarias de las 1,000 personas más ricas del planeta.
«Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia», dijo el mandatario ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
López Obrador habló durante un debate sobre mantenimiento de la paz y seguridad tras haberse reunido con el Secretario General de la ONU, António Guterres.
En su discurso, López Obrador propuso un plan para «garantizar el derecho a una vida digna» a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios. Éstas, dijo, podrían ser ayudadas por un fondo procedente de tres fuentes: una contribución voluntaria del 4% de la fortuna de las 1,000 personas más ricas del planeta; una donación similar de las 1,000 empresas privadas más importantes, en base a su valor en el mercado mundial, y una donación del 0.2% del Producto Interno Bruto de los países integrantes del G-20.
El mandatario dijo que este plan, al que llamó el Estado Mundial de Fraternidad y Bienestar, podría recaudar un billón de dólares anuales. «No creo que algunos miembros permanentes de este consejo se opongan a nuestra propuesta», expresó.
López Obrador habló aprovechando que México preside el Consejo de Seguridad de la ONU durante el mes de noviembre. El gobernante pidió a las Naciones Unidas que juegue un papel más importante en su combate contra la desigualdad, considerada por muchos como un factor de inestabilidad para la paz y la seguridad internacional.
«Es importante que la ONU despierte de su letargo y salga de la rutina, del formalismo, que se reforme y que denuncie y combata la corrupción en el mundo, que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta, con más decisión, profundidad, protagonismo, con más liderazgo», dijo el mandatario.
Su plan para ayudar a los pobres será presentado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en los próximos días, dijo el mandatario. Agregó que los fondos deberían llegar a los pobres de forma directa, sin intermediación.
El mandatario dijo que se podría hacer llegar el dinero mediante una tarjeta o monedero electrónico personalizado y que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional podrían colaborar en la creación de esta estructura. El año que viene, dijo López Obrador, se podría hacer un censo de los más pobres del mundo y, una vez definida la población por país, dispersar los recursos que podrían ser pensiones a adultos mayores, becas a estudiantes, apoyos a sembradores y jóvenes aprendices, por ejemplo.
López Obrador fue recibido fuera de la ONU por decenas de mexicanos que acudieron a intentar verlo y escucharlo. Grupos de mariachis tocaron en la Primera Avenida, frente a la sede de la ONU mientras mexicanos cantaban y bailaban frente a ellos. Con carteles que decían «Desde Seattle lo apoyamos presidente» o «Bienvenido a Nueva York. La honestidad no tiene precio», los inmigrantes mexicanos ondeaban banderas de su país y dirigían a la multitud con megáfonos.
Al llegar a la ONU a primera hora de la mañana, el mandatario saludó a la gente congregada con entusiasmo al salir del automóvil en el que viajaba.
Fermín Cohetero, un mexicano que limpia mesas en discotecas y lleva 30 años en Estados Unidos, dijo que estaba allí para conocer a su presidente. «Desgraciadamente todos los funcionarios son unos corruptos, que definitivamente nos tenían cegados con sus políticas. Este presidente nos vino a abrir los ojos,» dijo Cohetero, del estado de Puebla. «Tuvimos que emigrar al extranjero para sobrevivir porque lamentablemente cuando estaban esos expresidentes no había oportunidad».
«Espero que cuando presentemos nuestra iniciativa se apoye», concluyó.
En un mensaje grabado y emitido el martes para el pueblo mexicano, el presidente calificó a los inmigrantes mexicanos de «héroes» debido a los 40.600 millones de dólares que enviaron en remesas el año pasado.
«Con ese dinero se reactiva la economía, se ayuda al comercio, hay vida en los pueblos, esa es la principal fuente de financiamiento que tiene nuestro país, las remesas, lo que ustedes envían a sus familiares», dijo el mandatario en el video.
También dijo que estima que este año se recibirán 50,000 millones de dólares en remesas.
El mandatario dijo además que planea hablar con su homólogo estadounidense, el presidente Joe Biden, «que ha actuado de manera muy respetuosa».
«Nosotros no queremos confrontación, no queremos pleito. Lo que queremos es que nos respeten porque somos un país independiente, libre, soberano. No somos ninguna colonia de ningún país extranjero», dijo López Obrador.
El presidente anticipó que hablará con Biden para que se cumpla el compromiso de regularizar la situación migratoria de los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos.
La ONU emitió un comunicado el martes por la tarde diciendo que Guterres y López Obrador hablaron en su reunión sobre corrupción pero también sobre la lucha contra el cambio climático y la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19.