La canciller alemana Angela Merkel dio un veredicto positivo en el influjo de migrantes en Alemania de 2015 y 2016 mientras se prepara para dejar el puesto: «Lo resolvimos».
Merkel se convirtió en la cara de una estrategia acogedora hacia los migrantes que en su huida de conflictos en Siria y otras partes caminaron a través de los Balcanes. Más de 1 millón de solicitantes de asilo entraron a Alemania entre 2015 y 2016. La canciller insistió reiteradamente que «resolveremos» las llegadas, pero se enfrentó con resistencia tanto en casa como entre sus socios europeos.
Se anticipa que Merkel deje el puesto en las próximas semanas después de 16 años al mando. Se prepara para la salida con un legado definido principalmente por su manejo de una serie de crisis.
Al preguntarle en una entrevista con la difusora alemana Deutsche Welle publicada la tarde del domingo cuál de las crisis le pareció personalmente la más desafiante, Merkel mencionó la pandemia del coronavirus y «la gran cantidad de refugiados que llegaron, que no me gusta describir como crisis: las personas son personas».
«Sí, lo resolvimos», dijo. «Realmente fuimos muchas personas en Alemania que participamos: muchos alcaldes, muchos voluntarios».
Merkel reconoció que hubo problemas y mencionó las celebraciones de Año Nuevo de 2016 en Colonia, cuando cientos de mujeres se quejaron de haber sido manoseadas y robadas, la mayoría por grupos de migrantes.
«Claro que vimos que no todo fue ideal y hubo incidentes serios. Pienso en la noche de Año Nuevo en Colonia, que quizás se quedó en el recuerdo de las personas», agregó Merkel. «Pero en general, tenemos ejemplos maravillosos de desarrollo humano exitoso», agregó y señaló a los migrantes que han terminado la secundaria en Alemania.
Reconoció que el panorama completo de migración sigue siendo problemático, ya que los temas que provocan la huida de las personas todavía están sin resolverse y la Unión Europea no ha logrado establecer un sistema de migración y asilo único.