“Lo que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue la pantomima de una elección que no fue libre ni justa, y ciertamente no fue democrática”, dijo este domingo el presidente Joe Biden a través de un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Minutos antes, las casillas habían cerrado en Nicaragua, donde Ortega busca un cuarto mandato consecutivo y los comicios se desarrollaron en medio de críticas de la oposición y la comunidad internacional.
El gobierno nicaragüense insistió durante la jornada en que el proceso se realizó sin contratiempos, mientras las calles y los centros de votación lucían prácticamente vacíos. La oposición llamó previamente a quedarse en casa y no votar en protesta contra el proceso electoral y la víspera denunció la captura de dirigentes.
Statement by @POTUS on today’s sham election in Nicaragua. https://t.co/cEYhfsDBfr
— Juan S. Gonzalez (@Cartajuanero) November 8, 2021
“El encarcelamiento arbitrario de casi 40 figuras de la oposición desde mayo, incluidos siete posibles candidatos presidenciales, y el bloqueo de la participación de los partidos políticos manipularon el resultado mucho antes del día de las elecciones”, añadió el documento estadounidense, que también criticó la detención de periodistas y miembros de la sociedad civil.
“Durante mucho tiempo impopulares y ahora sin un mandato democrático, la familia Ortega y Murillo ahora gobiernan Nicaragua como autócratas, no diferentes de la familia Somoza contra la que Ortega y los sandinistas lucharon hace cuatro décadas”, puntualizó.
La policía detuvo en junio a siete aspirantes a la presidencia por cargos que básicamente equivalían a traición. El día de las elecciones seguían detenidos. Otras dos docenas de líderes opositores fueron detenidos antes de la votación. Los otros candidatos del domingo eran políticos poco conocidos de partidos menores considerados como afines al (FSLN).
Para las elecciones del domingo, 13.000 puntos fueron habilitados. Los comicios determinarán quién ostentará la presidencia durante los próximos cinco años, además de 90 de los 92 escaños del Congreso y la representación nicaragüense en el Parlamento Centroamericano.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses de 16 años en adelante estaban aptos para sufragar.