El Papa Francisco exhortó hoy a todos los que trabajan con niños, empezando por la Iglesia católica manchada por los escándalos, a que se unan en una alianza para proteger mejor a los menores de los abusos sexuales y de todo tipo.
Durante un mensaje a una conferencia en Roma sobre la seguridad de los niños, Francisco dijo que los esfuerzos de la propia Iglesia son impulsados por «el pesar y la vergüenza de no haber sido siempre buenos custodios al proteger a los menores confiados a nuestras actividades educativas y sociales».
Los abusos cometidos por curas pederastas, con acceso fácil a los niños en las parroquias, escuelas y actividades recreativas católicas, junto con las revelaciones sobre el encubrimiento generalizado por parte de obispos y otros jerarcas, han manchado la reputación de la Iglesia católica y erosionado la confianza de innumerables fieles en muchos países desde hace décadas.
Francisco dijo que es apremiante la necesidad de «renovar la capacitación de quienes tienen responsabilidades docentes y trabajan en situaciones con menores, en la Iglesia, en la sociedad y en la familia».
El pontífice dijo que sólo la «acción sistemática de la alianza preventiva» permitirá combatir el abuso sexual en todas sus formas, así como el abuso de «la conciencia y el poder».
«Que la protección de menores sea de manera cada vez más concreta una prioridad ordinaria en la actividad educativa de la Iglesia», dijo Francisco.
Las víctimas de abusos sexuales por parte de curas y otros jerarcas eclesiásticos han presionado al Papa para que se esfuerce más para garantizar que los depredadores sexuales sean sometidos rápidamente a la justicia y prevenir una repetición del abuso sistemático contra menores.