Nicaragua calificó el miércoles de “golpistas” y “resabios de maldad” a algunos miembros de la Organización de los Estados Americanos por debatir un informe que dice que las elecciones que el país celebrará el domingo no cumplen con los estándares interamericanos para garantizar comicios libres y justos.
Michael Campbell, un alto funcionario nicaragüense, dijo durante una reunión virtual de la OEA que su país no participaría en esa reunión ya que promociona “golpes de Estado y alimenta el terrorismo como fórmula para desestabilizar la soberanía nacional».
En la reunión del miércoles la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, presentó un informe de la comisión titulado “Concentración de Poder y Debilitamiento del Estado de Derecho en Nicaragua”. El informe dice que el gobierno del presidente Daniel Ortega tiene instalado un “régimen de supresión de todas las libertades” mediante el control y vigilancia de la ciudadanía y “la represión” ejercida desde las instituciones de seguridad estatales.
Nicaragua prevé celebrar elecciones el 7 de noviembre.
Campbell dijo en la reunión que el domingo habrá más de 14.000 juntas receptoras de voto en su país el domingo. “Esta fiesta ciudadana integra para su feliz desarrollo a un universo de más de 170.000 fiscales que trabajarán directamente para que un aproximado de 4.450.000 ciudadanos puedan votar y elegir en paz,” indicó.
Ortega, de casi 76 años, buscará su tercera reelección consecutiva y la segunda de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, como candidatos del gobernante partido Frente Sandinista. El exguerrillero fue presidente por primera vez entre 1985 y 1990 y retornó al poder en 2007.
En estas elecciones Ortega competirá con seis partidos políticos minoritarios, varios de los cuales ya son aliados de los sandinistas en el Parlamento, tras haber sido encarcelados desde junio los aspirantes a la presidencia que se inscribirían por los principales bloques de oposición.
Estados Unidos y otros países han declarado que las elecciones en Nicaragua “han perdido toda credibilidad” debido a la exclusión de partidos opositores.
Bradley Freden, representante interino de Estados Unidos ante la OEA, urgió en la reunión del miércoles al gobierno nicaragüense a frenar su “represión”, respetar acciones de libre expresión y liberar a los presos políticos.
“La gente de Nicaragua sabe que cualquier esperanza de que las elecciones del 7 de noviembre sean libres y justas se ha ido”, dijo Freden. “Me duele decir eso, pero con la decisión del gobierno de Ortega-Murillo de prohibir el último partido de oposición genuino el calendario electoral del domingo pierde toda credibilidad y no es más que una farsa”.
El 20 de octubre el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución para insistirle a Nicaragua que libere a los candidatos presidenciales y presos políticos, urgirle a que inicie reformas electorales y expresar su alarma por el deterioro de la situación de los derechos políticos del país.
La resolución fue aprobada por 26 países. Otros siete, entre ellos México, Guatemala y Argentina, se abstuvieron. Nicaragua no votó.
Por su parte, Urrejola dijo el miércoles que la Asamblea General de la OEA planteó como esenciales algunas medidas con el fin de promover elecciones libres en Nicaragua.
“Al día de hoy ninguna de las medidas planteadas por la Asamblea General de la OEA ha sido implementada”, indicó la presidenta de la CIDH.
Campbell, el funcionario nicaragüense, criticó con dureza a la OEA.
“Observamos el notorio deterioro de la funcionalidad y los objetivos de esta organización creada para supuestamente defender a los ciudadanos en sus derechos fundamentales», sostuvo. «Lamentablemente, por su parcialidad y notoria instrumentalización, así como su obvia incapacidad para ver otras realidades de severas afectaciones al derecho a la vida en diversos pueblos de nuestro continente, estos informes pierden veracidad y sustentabilidad”.