El colombiano Daniel Rendón-Herrera, exjefe del Clan del Golfo y quien fue uno de los narcotraficantes más buscados en Colombia, aceptó ayer que ofreció apoyo a una organización terrorista y lideró una empresa ilícita ininterrumpida en conexión con el tráfico de drogas.
Conocido como «Don Mario», Rendón-Herrera se declaró culpable de ambos cargos ante la jueza Dora Lizette Irizarry en la corte federal de Brooklyn.
«Bajo mi responsabilidad me confabulé o me asocié con otras personas para recaudar impuestos de paso de coca que venía para los Estados Unidos,» dijo Rendón-Herrera durante una audiencia judicial de dos horas. «Aproximadamente 73.645 kilos de cocaína».
El colombiano fue extraditado a Estados Unidos en abril de 2018 y en ese momento se declaró inocente de cargos.
El cargo de la empresa ilícita ininterrumpida en conexión con el tráfico de drogas, emitido por la fiscalía del distrito este de Nueva York, incluye delitos de distribución de cocaína y de conspirar para llevar a cabo asesinatos. Conlleva un mínimo de 20 años en la cárcel, dijo la juez Irizarry.
El cargo de conspirar para ofrecer apoyo a una organización extranjera terrorista, emitido por la fiscalía del distrito sur de Nueva York, conllevaría un máximo de 15 años de cárcel, dijo la magistrada.
Rendón-Herrera fue capturado en abril de 2009 en una zona del departamento de Antioquia luego de más de diez meses de operaciones de inteligencia. Las autoridades estadounidenses aseguran que entre junio de 2003 y diciembre de 2014, su organización –el Clan Úsuga– conocido anteriormente como Los Urabeños, enviaba a Estados Unidos cargamentos de varias toneladas de cocaína desde Colombia pasando por México y Centroamérica. El Clan Úsuga es conocido como el Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Según la acusación formal estadounidense del distrito sur de Nueva York, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia eran un bloque de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que fueron designadas por Estados Unidos como organización terrorista en 2001.
Bajo el liderazgo de Rendón Herrera, el clan coordinaba la producción, compra y envío de la cocaína. El gobierno estadounidense también asegura que «Don Mario» usó sicarios que asesinaron, secuestraron y asaltaron para mantener la disciplina, recolectar deudas de ganancias por droga y expandir el territorio.
En Colombia llevaba desde 2015 encarcelado en la prisión La Picota, en el sur de Bogotá.
Tras la captura de «Don Mario», el Clan del Golfo quedó a cargo de Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», el narcotraficante más buscado del país, que fue arrestado a finales de octubre.
Úsuga se mantuvo prófugo durante más de una década sobornando a funcionarios estatales y alineándose con combatientes de izquierda y derecha.
«Es el golpe más contundente que se le ha propiciado al narcotráfico en este siglo. Solo es comparable con la caída de Pablo Escobar… (a inicios de) los años 90», dijo el presidente Iván Duque al confirmar la captura hace pocos días.
En la audiencia del martes Rendón-Herrera, de 56 años, se mostró tranquilo y respondió «sí señoría» múltiples veces a las preguntas de la magistrada. La juez Irizarry dijo que quería estar segura de que Rendón-Herrera entendía las consecuencias de declararse culpable y no ir a juicio. El colombiano, que ha desarrollado varios problemas de salud en los últimos años, dijo que tomaba 13 pastillas al día, por la mañana, el mediodía y la tarde.
En un momento dado, la jueza le preguntó si había ganado mucho dinero con el narcotráfico. Rendón-Herrera respondió que no.
«¿Y entonces que beneficios obtuvo?,» preguntó la jueza. «La defensa de mi integridad,» respondió Rendón-Herrera, quien después dijo que las sustanciales ganancias del narcotráfico se invertían en la «misma estructura de la organización».
Se espera que la juez Irizarry le sentencie en los próximos meses. En un comunicado emitido por el Departamento de Justicia estadounidense después de la audiencia, el fiscal Damian Williams dijo que el colombiano fue líder de «una organización narco-terrorista brutal y asesina» y que traficó más de 80 toneladas de cocaína.
«Rendón-Herrera supervisó operaciones de un cartel paramilitar que llevó a cabo secuestros, torturas y asesinatos», dijo el fiscal en el comunicado. «Ahora, debido a los esfuerzos combinados de agentes de la ley y fiscales, Rendón-Herrera espera ser sentenciado por sus crímenes».