El presidente brasileño Jair Bolsonaro fue abucheado cuando ayer llegó a un pequeño poblado en el norte de Italia para recibir la ciudadanía honoraria y visitar una de las casas de sus ancestros.
Los manifestantes en Anguillara Veneta, una ciudad de 4,200 habitantes cerca de Padua, corearon «¡No a Bolsonaro!» y portaban carteles que decían «Fuera Bolsonaro», «Justicia para la Amazonía» y «Sin ciudadanía para dictadores». En contraste, los fanáticos jubilosos en otros lugares se envolvieron en banderas brasileñas y sostuvieron globos amarillos y verdes esperando su llegada.
La alcaldesa de Anguillara Veneta, la derechista Alessandra Buoso, defendió la decisión de otorgar la ciudadanía a Bolsonaro y criticó a los vándalos que pintaron con spray «Fora Bolsonaro» («Fuera Bolsonaro») en el ayuntamiento de la ciudad la semana pasada.
En una publicación de Facebook, Buoso dijo que la decisión del ayuntamiento de otorgarle a Bolsonaro el honor no fue un voto sobre su política, sino un reconocimiento a todos los italianos que habían emigrado a Brasil. Pero dijo que asumía los costos de la visita, dado el debate que había generado.
Bolsonaro estaba en Italia para participar en la cumbre del Grupo de los 20 de las mayores economías del mundo, que concluyó el domingo en Roma. Ha sido criticado por su manejo de la pandemia de coronavirus y sus políticas sobre la Amazonía.