Vehículo de observadores de MINURSO. Foto La Hora/DPA/Europa Press/Evan Schneider/MINURSO.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado hoy una prórroga de un año al mandato de la misión de paz en el Sáhara Occidental (MINURSO), en un momento clave por el nombramiento del enviado especial Staffan de Mistura, que tiene ante sí el reto contribuir a rebajar las tensiones entre el Gobierno de Marruecos y el Frente Polisario.

Con 13 votos a favor y dos abstenciones, el principal órgano ejecutivo de la ONU ha acordado que la MINURSO, establecida tras el alto el fuego de 1991 siga operando al menos hasta el 31 de octubre de 2022. El texto no introduce grandes cambios prácticos, en la medida en que la misión seguirá teniendo fuera de sus competencias la vigilancia de los Derechos Humanos.

El embajador marroquí ante la ONU, Omar Hilale, ha agradecido a Estados Unidos la elaboración de la resolución, que llegaría en un momento de «optimismo» ante la perspectiva de relanzar un proceso político que esté dirigido «exclusivamente» por la ONU, en particular por el enviado De Mistura. El propio documento aplaude el nombramiento del enviado, confirmado este mismo mes.

El anterior representante de Naciones Unidas, el expresidente alemán Horst Koehler, logró sentar a las partes para tratar de reanudar las negociaciones, pero su dimisión en mayo de 2019 dio paso a una etapa de estancamiento que se agravó a finales de 2020, primero con los desalojos del paso de Guerguerat y luego con el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte de Estados Unidos.

Hilale confía en la «imparcialidad» de De Mistura, que fue también enviado para la guerra de Siria, y espera que pueda haber una solución política «realista, pragmática, duradera y mutuamente aceptable», según declaraciones difundidas por su oficina.

Rabat contempla únicamente una soberanía limitada para la antigua colonia española, mientras que el Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reclama el derecho de autodeterminación.

DUDAS DE RUSIA

La delegación francesa ha vuelto a plantear ante el Consejo de Seguridad de la ONU su respaldo al plan de autonomía presentado por Rabat, en el que ve un punto de partida «creíble y serio» para avanzar hacia una solución «justa, duradera y mutuamente aceptable».

China y Rusia, por su parte, han cuestionado la falta de diálogo previa a la adopción del texto final. De hecho, Rusia ha firmado una de las dos abstenciones –junto a Túnez–, después de que supuestamente su malestar por la ambigüedad de algunos artículos hubiese obligado a retrasar una votación prevista inicialmente para el miércoles.

Moscú se ha presentado como un «actor imparcial» en el conflicto y ha apostado por reanudar el diálogo entre las partes para resolverlo, teniendo en cuenta en cualquier caso los dictámenes previos de la propia ONU y el derecho a la «libre determinación» del pueblo saharaui. Su embajador ha llamado a evitar «medidas unilaterales» que puedan elevar la tensión.

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