Filadelfia va a gastar 14 millones de dólares para equipar a todos los policías con pistolas aturdidoras, entrenarlos en su uso y requerir que las lleven cuando estén de servicio.
El diario The Philadelphia Inquirer reportó, en el aniversario de la muerte a tiros de Walter Wallace Jr., que fue filmada por un transeúnte y desató días de protestas contra la brutalidad policial. Wallace, un hombre negro de 27 años, estaba sufriendo un episodio de salud mental.
Llevaba un cuchillo en la mano cuando fue baleado 14 veces por dos policías blancos que no estaban equipados con armas aturdidoras, dijeron las autoridades. El anuncio fue hecho en coordinación con la familia Wallace, incluyendo su madre, que presenció el tiroteo.
«La muerte del señor Wallace Jr. fue dolorosa y traumática para muchos en Filadelfia», dijo el alcalde Jim Kenney en un comunicado. «Este incidente trágico y perturbador, junto con las protestas del año pasado, resaltaron la urgencia de muchas reformas importantes, tales como la capacitación sobre salud mental y recursos para responder a crisis».
Tras el incidente, la policía y funcionarios municipales dijeron que casi dos terceras partes de los más de 6 mil miembros del departamento policial de Filadelfia no estaban equipados o capacitados para usar pistolas de electroshock, un método de fuerza menos letal.
Tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis apenas unos meses antes de la muerte de Wallace, estallaron protestas en todo el país en demanda de cambios para combatir la violencia policial. Los activistas presionaron a los departamentos de policía para que exigieran el entrenamiento de los agentes para agotar todas las otras formas de fuerza antes de disparar sus pistolas.
Tras la muerte de Wallace, la familia de éste demando a los policías, acusándoles de uso no razonable de la fuerza, y a la ciudad por no equipar a sus policías con pistolas de electroshock, como recomendó en 2015 un reporte el Departamento de Justicia. Esa demanda sigue pendiente.
La familia de Wallace había pedido ayuda varias veces en el día del incidente y la última llamada al 911 advertía que él era mentalmente inestable.