El presidente argentino Alberto Fernández condecoró ayer al exmandatario uruguayo José «Pepe» Mujica con el Collar de la Orden del Libertador San Martín, la máxima distinción que otorga Argentina, por su «vasta trayectoria y conducta ejemplar durante su vida pública».
Mujica, de 86 años y quien gobernó entre 2010 y 2015, recibió la distinción en un acto celebrado en la casa de gobierno en el que Fernández dijo que el exmandatario, un «queridísimo amigo», es muy importante en la historia de la política latinoamericana.
«Ha sido un personaje emblemático por su compromiso, conducta, resiliencia y capacidad para superar momentos adversos en favor del conjunto social uruguayo», dijo Fernández sobre quien consideró un emblema de la democracia y un actor central para que América Latina se enfrentara «a la globalización unida, preservando los intereses del continente».
Mujica demostró su agradecimiento por el «reconocimiento de fraternidad». También afirmó que al presidente argentino de ideología peronista «le toca timonear el barco en tiempos muy difíciles» y al respecto señaló que permanecerá «del lado de aquellos que con aciertos y errores ponen toda la carne en la parrilla por un sueño de que en estas playas haya un poco más de justicia social».
También instó a los argentinos a «quererse un poco más». Desde hace años, una profunda grieta política divide al país entre el peronismo y otros sectores políticos y en la actualidad las diferencias también atraviesan a la coalición oficialista que encabezan Fernández y la vicepresidenta y exmandataria (2007-2015) Cristina Fernández de Kirchner.
«Son parte de nuestra América Latina; tienen que tener conciencia del mundo que se nos viene encima… no solo el capital decide en la historia, sino que empieza a decidir cada día más el conocimiento y tenemos que gastar una fortuna en la cabeza de nuestros muchachos y muchachas», afirmó Mujica.
El decreto presidencial que dispuso su condecoración señaló que el dirigente político uruguayo consagró su vida a las causas populares de América Latina y priorizó el bienestar de los sectores más postergados de la sociedad. Destacó asimismo «su sobriedad y decencia, y estilo marcadamente austero y poco apegado a los protocolos innecesarios y suntuosos».
Mujica, un histórico dirigente de tendencia izquierdista, es uno de los políticos que más admira Fernández. Lideró el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, la guerrilla que actuó en los sesenta y setenta y que le costó casi 13 años de prisión en varios cuarteles militares en condiciones inhumanas. Luego se incorporó a la vida democrática con éxito y fue figura del partido de izquierda Frente Amplio. Ocupó cargos como ministro, diputado y senador. En octubre de 2020 se despidió de su faceta como senador, lo que no supuso retirarse de la política ya que lidera un espacio en el Frente Amplio.