Por lo menos 59.000 empleados de empacadoras de carne en Estados Unidos tuvieron COVID-19 y 269 fallecieron cuando estalló la pandemia el año pasado, indica un reporte del Congreso difundido el miércoles.
La industria de empacadoras de carne fue una de las más afectadas por el virus el año pasado, siendo lugares donde los empleados trabajan hombro a hombro en cadenas de producción. Una comisión de la Cámara de Representantes encargada de investigar la pandemia se valió de documentos internos de cinco grandes empresas empacadoras, y llegó a la conclusión de que las compañías debieron hacer más para proteger a su personal.
La cifra divulgada el miércoles es casi tres veces el cálculo de 22.400 que inicialmente emitió el sindicato del sector, United Food and Commercial Workers Union. Y la cifra real bien podría ser aun más alta, ya que las compañías no contaron los casos confirmados en laboratorios ajenos o autoreportados por los empleados.
La producción de las empacadoras cayó 60% al inicio de la pandemia, cuando muchas plantas tuvieron que cerrar para implementar medidas sanitarias, o tuvieron que funcionar a media marcha debido a la escasez de personal. Según el reporte, las compañías fueron muy lentas a la hora de tomar medidas de precaución como tomarle la temperatura a los empleados, darles equipo protector o instalar paneles entre puestos de trabajo.
“En vez de enfrentar la clara evidencia de que los trabajadores se estaban enfermando de coronavirus a una tasa alarmante, las empacadoras de carne le dieron prioridad a sus ganancias por encima de la seguridad de su personal, y siguieron tolerando concentraciones de personas que facilitaron el contagio”, dice el reporte.
La asociación del sector, North American Meat Institute, defendió la respuesta que las compañías le dieron a la pandemia.
“Los empleados de las plantas empacadoras de carne estuvieron entre los primeros impactados por la pandemia, pero los datos públicamente disponibles confirman que las medidas globales implementadas en el sector, como prevención de contagios y campañas de vacunación, lograron proteger a nuestro personal tan dedicado y diverso, que siguió garantizando la alimentación del pueblo estadounidense e impulsando nuestra economía”, declaró Julie Anna Potts, presidenta de la asociación.
El reporte del Congreso se basa en documentos de JBS, Tyson Foods, Smithfield Foods, Cargill y National Beef. En su conjunto, esas compañías comprenden el 80% del mercado de carne de res y el 60% del mercado de carne de puerco a nivel nacional.