Un jefe de la policía británica renunció el jueves tras la polémica que causó por declarar que las mujeres deberían ser más “astutas” cuando habló sobre el secuestro, violación y asesinato de una mujer a manos de un policía.
Philip Allott renunció como comisionado de policía, bomberos y lucha contra la delincuencia de North Yorkshire después de ser acusado de misoginia y de culpabilizar a las víctimas por los comentarios que hizo durante una entrevista de radio sobre el caso de Sarah Everard, de 33 años.
El policía de Londres Wayne Couzens fue condenado el mes pasado por engañar a Everard para que entrara en su automóvil al momento de arrestarla con el pretexto de incumplir las reglas de confinamiento del COVID-19. Posteriormente la violó y la asesinó.
En una entrevista con la BBC a principios de este mes, Allott dijo que las mujeres “deben saber cuándo pueden ser arrestadas y cuándo no”.
Los comentarios indignaron a muchas mujeres, así como a las que trabajan en la policía y los servicios de bomberos. El primer ministro británico, Boris Johnson, declaró que los comentarios fueron “equivocados” y “totalmente opuestos” a lo que se necesitaba.
Los comentarios fueron particularmente polémicos porque fueron hechos cuando la policía británica estaba bajo un escrutinio intenso por el caso de Couzens.
Cressida Dick, la jefa de policía más importante de Gran Bretaña, se ha visto presionada a renunciar y reconoció que la policía debe trabajar duro para recuperar la confianza de las mujeres y las comunidades a las que sirven.
Allott, quien ya se había disculpado por los comentarios, renunció luego de que su personal le diera un voto de censura el jueves.
“Me equivoqué y estoy devastado por el efecto que esto ha tenido en las víctimas de la delincuencia y los grupos que las apoyan”, dijo.
Añadió que quería “restaurar la confianza en la oficina, lo que creo que será casi imposible para mí y permitir que las voces de las víctimas se escuchen con claridad sin la distracción del furor continuo que me rodea”.