Una tormenta tropical provocó aludes de tierra e inundaciones repentinas a su paso el lunes por la noche sobre el norte de Filipinas. Al menos once personas murieron y siete estaban desaparecidas, según las autoridades.
Más de 6.500 aldeanos fueron evacuados de viviendas en varias poblaciones inundadas y castigadas por aguaceros y vientos que derribaron árboles y provocaron cortes de luz.
Según el reporte más reciente, la tormenta tropical “Kompasu” estaba sobre el Mar de China Meridional, unos 100 kilómetros (62 millas) al oeste de la provincia de Cagayan, con vientos sostenidos de 100 kilómetros por hora (62 millas) y ráfagas de 125 km/h (78 mph) por hora, según meteorólogos del gobierno.
Seis aldeanos murieron en dos aludes de tierra que sepultaron sus viviendas en la provincia montañosa de Benguet, en el norte, mientras que un guardia de seguridad se vio arrastrado por las olas cuando inspeccionaba un puerto de mar y se ahogó en la localidad de Claveria, en Cagayan, según responsables de gestión de emergencias.
En la provincia occidental de Palawan, cuatro personas murieron y otras cuatro desaparecieron en inundaciones repentinas en la localidad de Narra, empapada por lluvias del monzón agravadas por la tormenta. Los guardacostas rescataron el lunes a ancianos y niños atrapados en casas inundadas y los cargaron a través de las aguas en un poblado en Brooke’s Point, un municipio de Palawan, según la Guardia Costera.
Unas 20 tormentas y tifones golpean cada año las Filipinas, que además se encuentran en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona con frecuentes sismos y erupciones volcánicas, lo que convierte al archipiélago del sureste asiático en uno de los países del mundo más propensos a los desastres.