El segundo republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, se rehusó reiteradamente a decir el domingo que los comicios de 2020 no fueron robados, defendiendo la mentira de Donald Trump de que el demócrata Joe Biden llegó a la Casa Blanca mediante un fraude electoral masivo.
Más de 11 meses después de que los estadounidenses eligieron a su mandatario y casi nueve meses después de que Biden tomó posesión, Scalise se negó en una entrevista televisiva trasmitida a nivel nacional a reconocer la legitimidad de la votación, y en lugar de ello se aferró a su creencia de que el Congreso no debió certificar los resultados electorales.
“He sido muy claro desde el comienzo”, puntualizó. “Si revisan algunos estados, no cumplieron con sus leyes estatales que rigen la elección de un presidente. Eso es lo que señala la Constitución de Estados Unidos. No dicen que los estados determinan cuáles son las reglas. Dicen que las legislaturas estatales determinan las reglas”, dijo el legislador a “Fox News Sunday”.
Una vez que el presentador Chris Wallace lo presionó para que dijera si el proceso electoral fue más allá de unas cuantas irregularidades para considerarse “robado», Scalise respondió: “No son sólo irregularidades. Son estados que no cumplieron con las leyes establecidas y que la Constitución indica que se supone deben cumplir”.
Trump dejó la presidencia en enero, unas pocas semanas después de que una turba de sus simpatizantes irrumpió violentamente en el Capitolio en un intento por evitar que el Congreso declarara la victoria formal de Biden.
Trump está sopesando postularse de nuevo a la presidencia en 2024, y ha estado intensificando sus intentos por ridiculizar — y posiblemente retirar — a los miembros de su partido que sean considerados desleales a sus declaraciones infundadas de que las elecciones del año pasado fueron ilegítimas. El líder republicano en la cámara baja, Kevin McCarthy, quien intenta convertirse en el presidente de ese recinto en caso de que los republicanos asuman su control tras los comicios legislativos de 2022, sigue defendiendo a Trump y sus afirmaciones falsas.
Durante un mitin el sábado en Iowa, Trump pasó casi 30 minutos argumentando falsamente que ganó en Arizona, Georgia y Pensilvania. El senador republicano Charles Grassley y la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, lo acompañaron y le dieron la bienvenida de regreso a la entidad.
De hecho, a Trump no se le robó ninguna elección. Su exsecretario de Justicia, William Barr, no encontró evidencia de corrupción electoral a gran escala. Las acusaciones de fraude masivo también han sido desechadas por una serie de jueces y refutadas por funcionarios electorales estatales y una oficina del Departamento de Seguridad Nacional durante la Presidencia de Trump.