La presidenta de Taiwán prometió ayer defender la isla ante la presión china sobre la reunificación, tras una semana de tensiones sin precedentes con Beijing.
Una inusual demostración de la capacidad de defensa de Taiwán en el desfile anual, durante las celebraciones de la Fiesta Nacional de la isla, subrayó la promesa de Tsai Ing-wen de resistir ante las amenazas militares chinas.
«Haremos todo lo posible para impedir que el statu quo se vea alterado de forma unilateral», dijo Tsai. «Seguiremos reforzando nuestra defensa nacional y mostrando nuestra determinación de defendernos para asegurarnos de que nadie puede obligar a Taiwán a seguir el camino que China ha trazado por nosotros».
China reclama Taiwán como parte de su territorio, aunque la isla tiene un gobierno independiente desde su ruptura con el territorio continental en 1949 tras una larga guerra civil.
Tsai hizo hincapié en la dinámica democracia de la isla en contraste con el profundo autoritarismo de China, dominada por el sistema monopartidista del Partido Comunista.
«El camino que ha trazado China no nos ofrece ni una forma de vida libre y democrática para Taiwán ni soberanía para nuestros 23 millones de personas», añadió la presidenta.
Un coro con miembros de distintas tribus indígenas de Taiwán cantó para inaugurar la ceremonia ante el Edificio de la Oficina Presidencial, en el centro de Taipéi.
Los sondeos en la isla muestran una mayoría abrumadora a favor de mantener su estado independiente de facto y un firme rechazo a la unificación con China, que reclama Taiwán como parte de su unidad territorial, susceptible de ser controlada por la fuerza si es necesario.
Tsai, que no suele mencionar expresamente a China en sus discursos públicos, admitió que la situación cada vez más tensa que enfrenta Taiwán ante el acoso militar chino se ha agravado en el último año. Desde septiembre del año pasado, China ha enviado cazas hacia Taiwán en más de 800 ocasiones.
Desde el pasado viernes, China ha enviado una cifra récord de cazas hacia el espacio aéreo internacional cerca de Taiwán.
Como resultado de esas tensiones, la isla ha reforzado sus lazos extraoficiales con Japón, Australia y Estados Unidos. «Pero cuando más logramos, mayor es la presión que enfrentamos de China», dijo.
Tras el discurso de Tsai, el Ministerio taiwanés de Defensa Nacional hizo una demostración de armamento en un desfile que incluyó lanzamisiles y vehículos blindados, mientras cazas y helicópteros sobrevolaban el lugar.
Tsai dijo que Taiwán quiere contribuir al desarrollo pacífico de la región, aunque la situación se «vuelve más tensa y compleja» en el Indopacífico.
El presidente de China, Xi Jinping, dijo el sábado que la reunificación con Taiwán «debe completarse» y afirmó que la reunificación pacífica iría en interés de toda la nación, incluidos los taiwaneses.
«Nadie debe subestimar la firme determinación del pueblo chino, su voluntad y su capacidad de salvaguardar la soberanía nacional y su integridad territorial», afirmó.
En el desfile del domingo en Taipéi también participaron deportistas olímpicos taiwaneses que ganaron medallas en los juegos de verano de Tokio, así como funcionarios de salud pública, como el personal que ofrece conferencias de prensa diarias sobre la pandemia, con sus característicos chalecos de ribete amarillo.